El concejal del Partido Popular Juan Carlos Redondo se hace eco de las necesidades del los residentes que siguen siendo las mismas desde hace 6 años.

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El concejal del Partido Popular y representante del distrito Norte, Juan Carlos Redondo, se ha reunido con el presidente de la Asociación de Vecinos San Agustín y San Marcos, Francisco Cabañero, y residentes en la zona para comprobar que después de seis años gobernando la izquierda, "siguen teniendo las mismas necesidades".

"Las promesas 'inminentes' que lleva haciéndoles el equipo de gobierno siguen sin ver la luz, mientras, la alcaldesa Amparo Marco prioriza obras que nadie pide, como la reforma de la avenida de Lidón. Ahí sí que ha puesto la directa destinando 3,3 millones de euros a la reforma sin que surja de una demanda social, más bien al contrario, se han manifestado en contra más de 300 castellonenses, y cada jueves protestan en Maria Agustina, por considerarla innecesaria y perjudicial para los vecinos de toda la ciudad", señala.

Redondo recuerda que en San Agustín y San Marcos sigue pendiente el encauzamiento del Barranco del Sol para evitar que sus casas se inunden y la rectificación de una obras en la avenida Castell Vell -que ha hecho el equipo de gobierno municipal-, "con minirrotondas que no mejoran la seguridad, ha sido una "chapuza" de 155.000 euros tirados a la basura por no escuchar antes a los vecinos".

"Los castellonenses no necesitan más anuncios, sino que las inversiones lleguen para suplir la falta de aceras hasta Penyeta Roja, para ampliar las que hay muy estrechas y para asfaltar calles, entre otras necesidades. Demandas que siguen desatendidas mientras la alcaldesa pone la directa en la reforma de Lidón, de 3,3 millones de euros que nadie ha pedido, en una avenida que ya se reformó recientemente"

Los Populares ya pidieron soluciones, hace ahora un año, ante el malestar vecinal por la minirrotonda frente a la fábrica Dusen, "una tomadura de pelo que no está a la altura de una entrada principal a una capital de provincia", recuerda Redondo. Esta actuación urbanística "nos costó a los castellonenses 155.000 euros para no mejorar la seguridad vial, porque los autobuses y camiones se quedan enganchados, obligados a maniobrar para efectuar el giro, además de los accidentes que hemos visto que se han producido justo en este punto".

Redondo insiste: "Los castellonenses no necesitan más anuncios, sino inversiones, y que el dinero llegue para suplir sus necesidades como la falta de aceras hasta Penyeta Roja, para ampliar las aceras estrechas y para asfaltar las calles que tanto necesitan en estos barrios. No es de recibo que mientras todo esto está pendiente, la alcaldesa agilice la reforma de Lidón, de 3,3 millones de euros que nadie ha pedido, en una avenida que ya se reformó recientemente".

Además, "mientras esperan a ser atendidos los vecinos de San Agustín y San Marcos han de soportar como la alcaldesa anuncia otras actuaciones similares, que son de su máxima prioridad, como la obra de casi 900.000 euros en la plaza la Paz, que tampoco nadie está reclamando en estos momentos en los que el comercio de la ciudad se muere por falta de ayudas", concluye Redondo.