Fabregat: "Siete meses después, los vecinos continúan con la misma problemática, pedimos que se incremente la vigilancia policial para evitar reyertas y conductas incívicas que alteran la convivencia vecinal"

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La concejala del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón Susana Fabregat denuncia que la alcaldesa Amparo Marco sigue mirando hacia otro lado ante los problemas que continúan sufriendo los vecinos de la plaza Constitución.

"Siguen viviendo un 'auténtico calvario' a causa de la inseguridad ciudadana, problemas de vandalismo y delincuencia, además de seguir con el consultorio cerrado y sin recibir noticias de dónde se va a trasladar pese a los múltiples anuncios que siguen sin aclarar su nueva ubicación, señala".

En este sentido y tras denunciarlo en reiteradas ocasiones, la última en el Pleno de la semana pasada, donde Fabregat preguntó directamente a la alcaldesa si estaba realizando gestiones para reabrir el consultorio, "la única respuesta de la alcaldesa es el silencio, parece que no le importen las necesidades de los castellonenses en plena pandemia", lamenta la concejala Popular.

"El consultorio de la plaza Constitución sigue cerrado, igual que los de Benadresa, San Lorenzo y Grupo Reyes, lo que implica una sobrecarga de pacientes en la Atención Primaria. Los más de 12.000 pacientes derivados a centros como Palleter impiden a los médicos prestar una atención médica de calidad como merece cada usuario, algo que denuncian los propios sindicatos médicos. Instamos a la alcaldesa Aparo Marco a buscar soluciones para que los castellonenses recuperen el acceso a la salud pública y de calidad que han perdido durante esta pandemia"

Y recuerda: "Siete meses después de que la problemática de la plaza Constitución saltara a los medios de comunicación de tirada nacional, haciéndose eco los programas de televisión, en Madrid, de las reyertas y conductas incívicas que han de soportar cada día los vecinos en la puerta de su casa ofreciendo una imagen que no es la deseable para una ciudad como Castellón, todo sigue igual. Si bien es cierto que se han podado los árboles y se ha mejorado la limpieza, como pedían los vecinos, el problema de fondo continúa, por eso, pedimos que se incremente la vigilancia policial en la zona, puesto que no es suficiente y se implementen medidas adicionales porque no puede ser que los vecinos sigan viviendo con miedo".

Cabe recordar que se trata de una zona a pocos metros del centro de la ciudad, "los vecinos piden ser visibles igual que lo son otros barrios de Castellón para que se atiendan sus necesidades, no merecen ser castellonenses de segunda cuando pagan los mismos impuestos que cualquier otro vecino de cualquier otro barrio de la ciudad. En este sentido, pedimos que se invierta en mejorar esta plaza y sus alrededores, tal y como les prometieron y, en lugar de destinar 3,3 millones de euros en la reforma de la Avenida de Lidón que cuenta con un rechazo social mayoritario que se tengan en cuenta necesidades en otros puntos de la ciudad como éste, donde sí piden mejoras los vecinos", apunta Fabregat.

Consultorio Constitución sigue cerrado

El consultorio de la plaza Constitución sigue cerrado, igual que los de Benadresa, San Lorenzo y grupo Reyes "lo que implica una sobrecarga de pacientes en los centros de Atención Primaria. Los más de 12.000 pacientes derivados a centros como Palleter impiden a los médicos prestar una atención médica de calidad como merece cada usuario, algo que denuncian los propios sindicatos médicos. Instamos a la alcaldesa Aparo Marco a buscar soluciones para que los castellonenses recuperen el acceso a la salud pública de calidad que han perdido durante esta pandemia", señala la concejala.

Fabregat recuerda que no se trata de un problema nuevo, "sino de quejas que se trasladan a las juntas de distrito vecinales, una y otra vez, sin ser atendidas por el gobierno municipal de izquierdas. Las pocas medidas adoptadas hasta la fecha no están siendo efectivas y, mientras Amparo Marco prefiere mirar hacia otro lado y sigue sin hacer nada, las personas que residen en esta zona ven con impotencia cómo el barrio se degrada cada vez más", concluye Susana Fabregat.