Carrasco: "La eliminación del vallado del parque Rafalafena ha provocado que esté más abandonado y sucio, con botellas de plástico por el suelo y coches aparcados dentro del mismo pulmón verde"

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La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, se hace eco del malestar vecinal que siguen generando las obras en la avenida de Lidón. Una reforma de 3,3 millones de euros que nadie he pedido y nadie quiere, de hecho, ahora mismo está siendo mirada con lupa en Europa.

LaComisión de Peticiones de la Unión Europea decidió mantener abierta la queja de la asociación de vecinos Rafalafena por la ausencia de la participación ciudadana en el proceso, entre otras cuestiones.

En esta ocasión, las críticas de los vecinos van en la línea de lo que consideran un ataque al medioambiente, es decir, "el proyecto medioambiental que vende la alcaldesa Amparo Marco en la avenida de Lidón no se corresponde con el destrozo que están ocasionando las obras, por ejemplo, la tala de árboles deja nidos de aves en el suelo y pájaros desorientados.

"Los vecinos alertan de las consecuencias de la tala de árboles que dejan nidos de pájaro por el suelo y aves desorientadas, hasta el punto de tener que llamar a la Policía Local para que se hiera cargo de ellas. Además, la eliminación del vallado del parque Rafalafena ha provocado que esté más abandonado y sucio, con botellas de plástico por el suelo y coches aparcados dentro del mismo pulmón verde"

Un material fotográfico que la asociación de vecinos ya ha puesto en conocimiento de la Comisión de Peticiones de la Unión Europea", explica Carrasco.

Los vecinos tuvieron que llamar a la Policía Local para dar cuenta de la grave situación, que acabó haciéndose cargo llevándose los pájaros. Por otra parte, los residentes en la zona también alertan de que la eliminación del vallado del parque Rafalafena ha provocado que esté más abandonado y sucio que antes, con papeles y botellas de plástico por el suelo y coches aparcados dentro del mismo parque.

Para Carrasco este malestar vecinal por las obras en la avenida de Lidón, convertida en una plataforma de hormigón, donde los alcorques son cada vez más reducidos, minimizando el espacio natural de los árboles, es la evidencia de que la imagen verde y sostenible que se empeña en vender el gobierno, como si nunca antes lo hubiera sido esta avenida, no se corresponde con la realidad de unas obras que ni agradan a los residentes ni a los comerciantes.

"Es una muestra más de que es, para una mayoría de castellonenses, una reforma impuesta, innecesaria e indefendible. Un capricho de la alcaldesa cuando hay barrios más necesitados de inversión en la ciudad. Esta es la consecuencia de decidir una obra 'de ciudad', al margen de la ciudadanía, sin reparar en los daños económicos y de accesibilidad que conlleva eliminar el tráfico rodado de la avenida suprimiendo un importante vial de acceso al centro de la ciudad, además de la pérdida de plazas de aparcamiento sin olvidar los daños irreparables a los comercios", concluye.