El Partido Popular recibió el pasado 28 de mayo 524 votos y se convirtió en la fuerza más votada en la localidad con cuatro concejales. PSOE y Compromís quedaron en la oposición

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PSOE y Compromís han sumido a Vilafamés en una crisis institucional que golpea a la localidad menos de 24 horas después de haber despedido las fiestas patronales. Lo hacen con una moción de censura que impone el veto al actual equipo de gobierno que, liderado por la alcaldesa de Vilafamés, Marisa Torlà, ha trabajado desde el minuto cero “por el bienestar de mis vecinos, la solución de sus problemas y la atención de sus demandas”.

La alcaldesa de Vilafamés ha comparecido este mediodía ante los medios de comunicación en una convocatoria urgente provocada por el registro de una moción de censura que ambos partidos de la oposición han pergeñado en el municipio en aras a imponer su criterio frente a la fuerza más votada. Con 524 votos obtenidos el 28 de mayo, el PP se convertía en la opción mayoritaria para el pueblo y conseguía cuatro concejales frente a los tres de PSOE y 2 de Compromís.

“Vilafamés es lo primero y merece un gobierno responsable y comprometido con las necesidades de los vecinos”. “Nosotros vamos a seguir trabajando por el bien de nuestro pueblo. Nadie va a frenar a este magnífico municipio”, dice Torlà

Marisa Torlà se convertía así en la alcaldesa del municipio “comprometida a trabajar por mi pueblo de forma eficaz, con mi despacho abierto a los ciudadanos y con el deseo de dar la mano para ayudar y avanzar. Porque mi pueblo es y será siempre lo primero”.

Más de dos meses después de la investidura de Marisa Torlà, PSOE y Compromís han tramado un acuerdo que sume al municipio en una crisis “que no merece”. “Vilafamés es lo primero. Es el principio de todo, mejorar nuestro pueblo, trabajar por dar solución a los problemas y liderar un cambio que mejorara las condiciones de los ciudadanos. Desde los asuntos más domésticos, como el arreglo de aceras, la limpieza o mejoras visibles como la restauración de la puerta de la casa consistorial, hasta proyectos de envergadura, como el centro de salud que hoy es una absoluta urgencia”, tal y como ha declarado Marisa Torlà.

Una alcaldesa que reconoce “haber dado todo por el pueblo que quiero con locura” y se compromete “a seguir trabajando al cien por cien por mis vecinos”. “Porque creo que esta es la obligación de cualquier cargo público que asume responsabilidades”, tal y como considera.

En frente de esta vocación de servicio público, las estrategias tramadas de espaldas a la población. “Nosotros hemos venido a servir y lo haremos hasta que impongan este castigo indebido. Y quiero que sepan mis vecinos que me tendrán siempre para lo que necesiten, como les he dicho de forma constante durante estos dos meses”.

Porque lo primero para Marisa Torlà “es el bienestar de mi pueblo, y flaco favor le hacemos con este tipo de maniobras” sobre las que el PP espera que el secretario general de los socialistas, Samuel Falomir, se manifieste porque la política debe servir para mejorar la vida de los ciudadanos, no para servir a los intereses de los partidos.