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Ya no cabemos todos en el mismo saco

Autor: Beatríz Gascó Enríquez, directora general de Innovación, Ordenación y Política Lingüística

No corren buenos tiempos para la política, pero esto es tan evidente, que casi resulta un tema carente de contenido para hacer un artículo de opinión. He intentado empezar este texto buscando alguna cita que hablara en positivo de los políticos ¿saben por qué al final no lo he hecho?

Porque no he encontrado ninguna. Me preocupa muchísimo esta situación… Imagínense ustedes que la gente desconfiara de todos los médicos porque algunos de ellos hubieran fallado el diagnóstico o hubieran cometido un error operando. Imagínense ustedes que le gente no confiara en la profesionalidad de agricultores y ganaderos y pensaran que todos los alimentos pueden estar manipulados, que también conocemos casos.

Imagínense ustedes que no confiáramos en taxitas, conductores o pilotos de avión porque previamente ha habido accidentes. En fin… podría poner un millón de ejemplos. Lo que quiero decir es que  a mí, me parece igual de preocupante el dejar de creer en los políticos. Bajo ningún concepto estoy defendiendo ni justificando las malas prácticas ni los casos de corrupción. Lo tengo muy claro: quien la haga, que la pague.

Ahora bien, debemos ser conscientes que los riesgos de dudar de la clase política, son muchos: no creer en el sistema hace que todo pierda el sentido, que la gente no se comprometa, que no exista un sentimiento de superación colectiva, que se tambalee el estado de derecho y con él la esencia de la democracia. La política es necesaria y TODOS debemos de hacer un gran esfuerzo para que la sociedad vuelva a confiar en nosotros.

La política es compromiso y, por tanto, también una responsabilidad que conlleva mucha dedicación. Esa vocación de servicio requiere sacrificio, honestidad y también una ética de valores y comportamientos ejemplares ante la sociedad. Y de ese perfil, tenemos numerosos espejos ante los que mirarnos, hagámoslo, no nos empeñemos en ver sólo lo malo.

Me gustaría que este artículo, escrito desde la humildad más absoluta, sirviera para que recapacitáramos. Para que tuviéramos más de un saco, porque no es justo que estemos todos en el mismo, es más, ya no cabemos. Como no he podido empezar el artículo con una cita, lo acabaré con  las palabras de un filosofo alemán que afirmaban que generalizar, siempre es equivocarse, tengámoslo presente.

 

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