Todo era mentira

Autor: Vicent Sales Mateu, concejal del Ayuntamiento de Castellón y diputado provincial

En mayo de 2010, Zapatero se vio obligado a izar la bandera blanca de la rendición socialdemócrata, y con los dientes apretados y ni tan siquiera con el convencimiento de un converso, tuvo que renunciar a las tradicionales políticas socialistas de gasto público desaforado.

Anunció a regañadientes la aplicación de nuevas medidas siguiendo las consignas de Merkel, Sarkozy y Obama, medidas que nunca hemos tenido los españoles la sensación de que se hayan implantado de verdad. Más bien tenemos la sensación de que se han anunciado a bombo y platillo más de cara a la galería que de aplicación rigurosa.

Y ahora, año y medio después, seguimos instalados en la desconfianza más absoluta. Todas y cada una de las previsiones económicas realizadas por el Gobierno socialista en la elaboración de los presupuestos de 2011 han resultado ser una farsa más de esta política de "mentira sobre mentira y sobre mentira, una" como diría el villancico.

La economía española, lejos de llegar a las estimaciones de crecimiento del 1'3%, que hizo la ministra Salgado al elaborar los presupuestos de 2011, lo que ha hecho es empeorar respecto a la leve recuperación que experimentó en 2010.

Ni hemos llegado al objetivo de crecimiento del 1'3%, ni se ha reducido la tasa de paro, ni tampoco se reducirá el objetivo de déficit. El último boletín sobre la situación económica del Banco de España sitúa la economía española al borde del precipicio de la recesión.

Ningún analista ha confirmado los últimos meses las previsiones optimistas de la ministra Salgado. La mayoría de instituciones (La Caixa, BBVA, Funcas, ...) situaban el crecimiento español entre el 0'4 y el 0'6%. La tasa de crecimiento nula del pasado verano ha resultado finalmente demoledora para el ministerio socialista que finalmente no ha podido sostener la ficción contable por más tiempo.

Estamos a dos meses de cerrar el año y las estimaciones del Banco de España confirman este crecimiento nulo de nuestra economía y de paso confirman una vez más las mentiras en las que se ha estado sustentando la política económica socialista estos últimos cuatro años. Y ya para rematar, este crecimiento nulo complica cada vez más el objetivo de déficit del 6% para poder alcanzar la exigencia marcada por la Unión Europea para 2013.

La reiteración en la falsedad y la mentira sería anecdótica sino fuera por las dramáticas cifras de desocupación que se conocieron la semana pasada con esos 4.978.300 parados, lo cual quiere decir una tasa de paro del 22'6%.

Mientras, el ministro Blanco lanza gasolina (¡cómo no!) al fuego de la indignación afirmando que España está como todos los países de su entorno. En el que sin duda es el enésimo insulto a nuestra inteligencia, se atreve a compararnos con el resto de economías cuando en estos momentos lideramos el triste ranking de ser el país con más paro de toda la Eurozona.

Esta creciente cifra de desocupación supone un considerable aumento de prestaciones y por tanto un aumento del gasto público que hace que se dispare aún más el déficit público. La pescadilla se muerde la cola mientras las mentiras socialdemócratas se han convertido en irrefrenables, casi al ritmo de sus lágrimas.

La ficción contable del ministerio de Salgado la sufriremos los municipios el próximo año, cuando al hacer la liquidación, nos digan que les hemos de devolver dinero. Los pronósiticos falsos y mentirosos de Rubalcaba y sus compinches tendrán nuevamente consecuencias devastadoras para la economía de nuestros municipios. Al final, como no, todo era una enorme e inacabable mentira.

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