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Autor: Maria Nieves Martínez Tarazona, Vicesecretaría de Política Autonómica PP Castellón
Este fin de semana leía críticas hacia las reformas llevadas a cabo por el Gobierno Central. Como no, también por las llevadas a cabo en nuestra Comunitat. Por otra parte, la semana pasada leía:…” la Transición fue posible solo después de que la Ley para la Reforma Política permitiera a los españoles fijar la reforma y no la ruptura como el terreno en el que debían producirse los cambios. Aunque algunos prefieran lo contrario…”.
Hoy como hija de la Democracia Parlamentaria en la que me desenvuelvo creo que ha llegado el momento de una nueva “transición”, y no me refiero aquí a la de volver a una república, sino a la de la Administración en sí. Hemos leído y oído mucho sobre el proyecto de la nueva reforma de la Administración, pero como muy bien decía un compañero, sólo llegamos a creer que sabemos aquello de lo que nos hacen mucho eco.
Desde la llegada al Gobierno de la Generalitat, el Presidente Alberto Fabra puso sobre la mesa la idea de una nueva Administración. Algo que demandaba la sociedad. Así pues, su programa político se basa desde el principio en tres ejes:
1. Crear empleo impulsando la competitividad de la economía y el emprendimiento.
2. Garantizar el bienestar de los ciudadanos.
3. Seguir avanzando hacia una Administración más austera en el gasto y más eficiente en la gestión tanto en la propia Generalitat como de todo el sector público.
Aunque algunos intenten transmitir lo contrario, fiel a sus convicciones, estos son los pivotes de las políticas practicadas. Así las cifras de empleo van virando y hay compromiso de resultados positivos que culminarán en diciembre de este mismo año. No se deja de trabajar con los tres ejes de nuestra economía: agricultura, turismo e industria.
De igual manera, el epicentro de la política del Consell son los servicios sociales, 9 de cada 10 euros de los presupuestos de la Generalitat van destinados a políticas sociales: sanidad, educación y bienestar social.
Todo ello sin olvidar que el Gobierno de Alberto Fabra ha sido pionero en la construcción de una nueva Administración, aplicando medidas y ajustes que han servido de ejemplo para otras administraciones y que el propio Gobierno de España ha avalado.
Desde el seno del Consell se ha disminuido a 8 las Consellerias, se ha disminuido un 30% los altos cargos, en los presupestos de 2013 se ha disminuido un 20% los gastos de funcionamiento y el Complejo 9 d`octubre supone un ahorro anual de 15 millones de euros.
Siguiendo con esta dinámica de adelgazamiento y racionalización, que es lo que demanda la sociedad, el pasado viernes el Consell aprobó los Proyectos de Ley por los que se reestructuran 4 Instituciones Normativas y Consultivas de la Generalitat reduciéndolas en un 45%.
Así el Consell Valencià de Cultura pasa de 21 a 11 miembros. El Consell Jurídic Consultiu pasa de 6 a 5 miembros, dos elegidos por el Consell y 3 por las Corts Valencianes. La Acadèmia de la LLengua pasa de 21 a 11 miembros y el Consell Econòmic i Social pasa de 29 a 15 miembros.
El President de la Generalitat lo tiene claro, el epicentro, el ciudadano, los ejes, los marcados. Ahora quedan dudas por resolver en esta reforma de la Administración como es la de si están los Socialistas Valencianos dispuestos a contribuir con sus votos en esos 2/3 necesarios para la reforma del número de diputados en Corts, o esta vez no están por la Reforma y sí por unirse a los que optan por la ruptura. Los españoles y valencianos lo tuvieron claro una vez y es de las que se volverían a repetir.
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