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Recuerdos

Autor: Maria Nieves Martínez Tarazona, Vicesecretaría de Política Autonómica PP Castellón

No hace tantos años cuando llegaban estas fechas el trigo era el rey de los llanos de El Toro y Barracas, el agua limpia corría por el Palancia y el Mijares, y sus gentes  disfrutaban en sus parajes aprovechando el  estío. Las colonias de veraneantes aparcaban el sofocante bochorno de Valencia, Castellón o Barcelona y acudían al lugar de su origen en el caso de unos,  o al lugar que habían elegido para descansar en el caso de otros.

Yo era niña y recuerdo los animales en los bajos de las casas, el olor a cenceña recién hecha de las abuelas y ese olor a la gastronomía de nuestra tierra: buena ollica y arrocico al horno el día de amasar.  Sus gentes, nobles trabajadores del campo y ganadería continuaban su rutina y tras la trilla comenzaban las fiestas en la mayoría de nuestros pueblos: San Roque y La Pastorica los más venerados.  La vida transcurría tranquila, o quizá es que yo era niña.

Esta es la estampa de mi comarca, que fácilmente podemos extrapolar a tantas otras de nuestra Provincia.

El tren pasaba camino de Teruel y los abuelos nos contaban el paso de la vía minera por nuestros pueblos camino de los altos hornos de Sagunto desde Ojos Negros. Hoy la conocida como Vía Verde.

Eran otros tiempos, la capital quedaba lejana, los servicios de la misma también y los días se  saboreaban de otra manera, o quizá es que yo era niña.

Hoy esto ha cambiado,  seguimos siendo gente noble que cada vez vive menos del campo y la ganadería,  pero que sabemos seguir cultivando y apreciando aquello que nos legaron nuestros mayores. Nuestra meta está en hacer que esos almendros, esos cerezos, esa miel, esos olivos sean de nuevo un medio de vida en el cambio de sociedad que nos ha tocado vivir.

Las comunicaciones han hecho que ya no seamos pueblos de interior alejados del mundanal ruido de la capital, sino prácticamente ciudades dormitorio del núcleo urbano al cual acudir sin problemas. El único que tiene que seguir subiendo pendiente es el tren camino a Teruel, pero la imagen que dan sus ventanillas ha variado.

La esencia del municipalismo y el porqué de muchas instituciones es palpable en nuestros pueblos. Prueba de ello  es que la Diputación de Castellón destinará a los municipios de la provincia los 1,8 millones de ahorro obtenidos en el apartado de gasto corriente durante el segundo trimestre del año. Esta cantidad irá destinada al Voluntariado del Protección Civil, la ejecución de obras, la realización de eventos dinamizadores del turismo, actuaciones de recuperación del patrimonio y mejoras de instalaciones sociales y deportivas.  Asimismo en  una apuesta diaria por el municipalismo el pleno del Consell el pasado mes de julio aprobó la adhesión de la Generalitat a la nueva fase de mecanismo de financiación para el pago a los proveedores de las comunidades autónomas, que incluye como novedad a los ayuntamientos así como los pagos pendientes por convenios de colaboración.

Es bueno recordar cómo éramos no hace mucho, y cómo hemos cambiado.

Puede ser que en la gran ciudad no se den tanta cuenta como en nuestros municipios, donde el trabajo del día a día en la mejora de las comunicaciones y en la facilidad de accesos a servicios se ha ido palpando.

Me gustaría que estas líneas sirviesen de reconocimiento a todos aquellos que con su trabajo diario han permitido y permiten que nuestros pueblos continúen vivos.

Desde aquí invitar a conocer nuestra Provincia a través de sus pueblos porque conocer nuestros orígenes nos hará aprender a respetar nuestro presente.

 

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