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Primero la seguridad, después la responsabilidad

Autor: Luis Martínez Fuentes, Coordinador general del PP de Castellón

Nada hay más peligroso que intentar jugar con los sentimientos, y los miedos, de las personas para hacer política.

Eso es lo que pasó al PSOE respecto a la investigación de hidrocarburos, y es lo que el Partido Popular no ha querido hacer respecto al Castor, igual que ya ha hecho en la Diputación de Castellón con el fracking, dando voz a los expertos.

Por eso, lo primero que hemos hecho ante los seísmos en el norte de la provincia ha sido exigir la paralización de toda la actividad. Seguidamente el presidente de la Diputación, Javier Moliner, ha exigido ante el ministro de Industria que no se reanude la actividad.

Y, una vez logrado esto, lo siguiente es exigir las responsabilidades legales a que hubiese lugar en el caso de que se confirmen las sospechas iniciales de que hubo negligencia en la tramitación de los expedientes.

Por eso, es importante recordar que el procedimiento administrativo, que era de competencia exclusiva del Gobierno Central, fue iniciado en 2007, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero y con los ministros Joan Clos y Cristina Narbona al frente de las carteras de Industria y Medio Ambiente. Ya las licencias llegaron con los ministros Miguel Sebastián, y Elena Espinosa, entre el 2008 y 2010.

Quizá así se pueda entender que ni el PSOE, ni Ximo Puig en la Comunitat Valenciana, ni Francesc Colomer en la provincia de Castellón, ni Jordi Romeu en Vinaròs, que fue alcalde de Vinaroz en esta época con el apoyo de PVI y BLOC, no tan solo no se hayan movilizado, sino que ni tan siquiera hayan hecho una pancarta tras la que esconderse.

Quizá así se pueda entender que en todo este tiempo no haya surgido ninguna plataforma radical auspiciada por estos adalides pseudoprogresistas para intentar hacer ruido. De hecho, el propio Colomer, en vista de que no hay pancarta que le tape con el Castor, sigue empeñado en envolverse en la del fracking, aunque tiene más agujeros que un queso de gruyere desde que el Pleno de la Diputación, con Moliner a la cabeza, apoyase la negativa al uso de esta técnica de extracción en la provincia.

Quizá así se pueda entender que esta semana el PSOE se abstuviese a la hora de votar junto a PP y Compromís en contra de la actividad del Castor… y solo lo hiciera horas después, tras darse cuenta que les estaban cayendo palos por la incertidumbre mostrada ante una cuestión tan simple de responder cuánto es uno más uno. El problema es que al PSOE siempre le sale tres.

 

 

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