Pastillas Juanola para la economía española

Autor: Vicent Sales, Concejal Ayuntamiento de Castellón y diputado provincial

A finales de 2009 Zapatero y el gobierno socialista nos obsequiaron con la enésima ocurrencia para salir de la crisis: la presentación al Congreso de la Ley de Economía Sostenible.

Igual que pasa con Santillana del Mar, que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar, la Ley de Economía Sostenible ha resultado no ser ni económica ni sostenible; no mereciendo el elogio de ninguna fuerza económica o social. Más bien es humo, propaganda, luces de neón en un solar vacío, una nueva muestra del "buenismo" que impregna las políticas zapateriles, incapaz nuevamente de acertar ni el diagnóstico ni el tratamiento de la economía española. Esta Ley no ha afrontado los verdaderos retos como son las reformas del mercado laboral, la energética o la educación; en definitiva ninguna reforma estructural de suficiente envergadura como para reactivar la economía o incentivar la creación de empleo.

La Ley está basada en un concepto de estos que los expertos de marketing monclovita de cuando en cuando se sacan de la chistera: "hay que cambiar el modelo productivo", "más ordenadores y menos ladrillo".

Pero de la ligereza de la afirmación, si no directamente de la constante mentira a que en materia económica nos someten los socialistas, tan solo hace falta comprobar la incongruencia de hablar de I+D al mismo tiempo que se recortaban los presupuestos del Ministerio de Ciencia e Innovación, o el hecho de hablar de innovación y cambio climático, mientras se subvenciona el carbón y la subida de las tarifas eléctricas.

Y es que pretender engañar una vez más (y no se cuántas van) a los españoles haciendonos creer que un modelo se cambia en dos días, y que además puede estar perfectamente dirigido y controlado desde el gobierno, sólo puede ser obra o de un peligroso ignorante, o de unas fábulas ideológicas de planificación estatal, dignas de un "koljós" soviético del periodo de entreguerras.

Y es así como, justo cuando se cumple un año de que la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor afirmara que la subida del IVA se hacía para reconducir el déficit, ahora resulta que para reconducir el déficit la panacea es la bajada del mismo IVA. Justo cuando hace unas semanas la misma ministra veia irresponsable que el PP recuperara la desgravación de la vivienda porque esa era la principal causa de la burbuja inmobiliaria debido a una fiscalidad demasiado favorable, ahora va el gobierno socialista y baja el IVA del 8 al 4% para la compra de vivienda.

Esta no es más que una nueva muestra de que estos socialistas son capaces de defender una cosa y la contraria con los mismos argumentos. Y así es como vuelven a abrazarse al ladrillo y rebajan el IVA de los pisos, mientras todos descubrimos cuál era el nuevo modelo productivo socialista: "más ladrillo".

Pero el problema ya no es ni tan siquiera que puedan cambiar de opinión, sino que no aciertan ni  cuando cambian. El problema no es de fiscalidad, ni tan siquiera de precio, el problema es de financiación. Ahora que los socialistas han descubierto que no hay otro modelo producitvo que tenga la fuerza de la construcción no son capaces de ver que el problema es la ausencia de crédito.

Esta medida, junto a las otras aprobadas la semana pasada de recorte del gasto farmacéutico y de adelanto del pago del Impuesto de Sociedades no hacen más que resaltar la desesperación del Gobierno socialista, que lejos de estimular la actividad y la inversión, muestran una improvisación que deteriora más todavía la imagen de España como economía fiable. Mientras tanto, la enferma economía española sólo recibe de los socialistas "pastillas Juanola", cuando lo que necesita es cirugía invasiva para salir de la UVI.

Opiniones	Deja tu Opinión
No existen opiniones para este elemento.

Arriba Opinión Enviar a un amigo Volver Atrás