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Pasión por la Comunidad Valenciana

Autor: Vicent Sales, Concejal Ayuntamiento de Castellón

Desde el amor a una tierra es desde donde hay que aspirar a gobernarla.

Y cuando ese amor es pasión, las garantías de éxito se multiplican. Esa pasión que Alberto Fabra nos ha transmitido es la que ha hecho que todo un equipo de gobierno se despertara cada día con unas ganas inmensas de trabajar por su ciudad. Es la que ha hechoq ue plantáramos cara a los obstáculos y que nada se interpusiera entre los que estamos al frente de la política municipal y el objetivo irrenunciable de hacer de Castellón una ciudad mejor.

Nuevos horizontes se abren ahora para un alcalde que ha sabido impregnar de amor por Castellón todas y cada una de las acciones que lideraba. Nuevos horizontes y más altos, que exigen una implicación absoluta y una capacidad de la que puedo dar fe. Nuevos horizontes de los cuales nos sentimos partícipes todos los que podemos decir con orgullo que hemos formado parte de un proyecto avalado por la confianza de los castellonenses, gracias a los cuales y por los cuales estamos cada uno donde estamos.

La Pasión por Castellón no es un eslogan ni una campaña publicitaria, sino una forma de entender Castellón. De entender el espíritu emprendedor de su gente, la voluntad de convivencia y de progreso de los castellonenses, las aspiraciones de una ciudad que, siendo pequeñita, se sabe grande y ha demostrado una capacidad de reinventarse que la tiene que llevar a ser todavía mejor.

Los iaios de las asociaciones, los niños de la escuela o los empresarios de la ciudad no es fruto de la casualidad. Es el resultado de un día a día de dedicación a una gente, es la consecuencia de saber mirar a los ojos y poner siempre la mejor de las sonrisas.en el mercado, Juan el de la Saber entender la esencia de la ciudad el liderazgo de la cual te encomiendan quienes de ella forman parte ha sido el principal reto de Alberto pero también su mayor acierto. Conseguir que te aprecie la señora María que tiene una

Una sonrisa que no es casual ni efímera, sino que tiene detrás una capacidad de gestión, una facilidad para el diálogo, una altura de miras y una inteligente y eficaz voluntad para hacer equipo, para construir el mejor de los liderazgos y aprovechar al máximo el talento y la capacidad de quienes tenemos la obligación y el orgullo, desde la humildad y el esfuerzo, de servir a una ciudad que hoy tiene más dificultades que nunca y una responsabilidad aún mayor. Y esa responsabilidad pasa por aprovechar al máximo todas y cada una de las oportunidades que nos hagan superar un momento y unas circunstancias que ataquen sin contemplaciones al municipalismo.

Esa pasión por Castellón permanece en el tiempo, imperturbable y tenaz, para hacer la mejor de las políticas desde nuevos liderazgos locales que no defraudaran. Al tiempo.

Y aquello que hoy parece pasado, porque los tiempos políticos y mediáticos a menuda se empeñan en no dejar ocasión para la reflexión, son hoy el presente en la Comunidad Valenciana y tienen un nombre: Alberto Fabra, President de la Generalitat.

Esta expresión, que a los que le hemos visto todas las mañanas durante años todavía nos provoca vértigo, es hoy la realidad en una tierra que sabrá apreciar el talento y la capacidad de Alberto.

Porque la pasión de Alberto por Castellón salta imparable de pueblo en pueblo y es hoy la pasión por Peñíscola, la pasión por Alfafara y la pasión por Gandía. Una pasión que va dese Guardamar hasta Vinaroz. La pasión por la Comunidad Valenciana.

 

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