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No sobra nadie

Autor: Begoña Carrasco García, Portavoz en el Ayuntamiento de Castellón

Cansada, y muy harta, estoy con el tema de los bandos, las divisiones, los enfrentamientos y el desentierro constante del pasado que está haciendo esta izquierda que nos gobierna al frente del Ayuntamiento de Castellón. Tan obsesionados están en reescribir la historia, que ahora se han propuesto eliminar de nuestro callejero los nombres de nuestros antepasados, personas ilustres que en su día trabajaron por los castellonenses y para hacer crecer la ciudad que amaban y con la que se volcaron, como servidores públicos que eran.

Lo he dicho muchas veces, pero aprovecho esta tribuna que es Castellón Información para reiterarlo: no a la eliminación de los personajes ilustres que dan nombre a nuestras plazas, calles o edificios municipales. Basta de heridas, de enfrentarnos unos vecinos contra otros, de fomentar el revanchismo y desestabilizar la convivencia pacífica de los ciudadanos.

Les pongo en antecedentes. El PSOE, Compromís y Podemos, que están al frente de la Generalitat Valenciana, han aprobado un decreto por el que dan un plazo de 5 meses parea eliminar del callejero lo que consideran en llamar vestigios franquistas. Se trata de más de 70 nomenclaturas de plazas, calles, monumentos y edificios públicos que, según su juicio, llevan el nombre de pila de personas a las que consideran colaboradores de la dictadura.

Y aquí empieza el conflicto. Porque entre los nombres que pretenden eliminar –son muchos más—están ni más ni menos que el creador del Pregón de la Magdalena de Castellón, Miguel Segarra Ribes; el doctor Clará, fundador del Hospital Provincial actual; Lluís Revest, cronista de la ciudad y uno de los firmantes de les Normes del 32. Ante semejante atropello, el equipo de gobierno ha empezado a dar bandazos. Primero negaron la mayor, después aseguraron que no sabían nada de ese informe. Pero resulta que sí lo sabían, porque la Conselleria que ha emitido dicho decreto, afirma que no hay errores, y que su norma se basa en un documento que remitió el propio Ayuntamiento. ¿Pero no decían que no sabían nada? Mentiras y más mentiras.

Y aquí empiezan los giros a ver cómo salen airosos de un problema que el gobierno municipal ha creado él solito. La solución adoptada por PSOE y Compromís ha sido dispar. Los nacionalistas han encargado a un grupo de expertos –dixit—el análisis del documento para estudiarlo y presentar alegaciones. Y los elegidos han sido el Grup per a la Recerca de la Memòria Histórica de Castellón, colectivo que paradójicamente ya se encargó en el año 2016 de elaborar el documento en el que se ha basado la Generalitat para recortar el callejero de ilustres de Castellón. ¿Alguien entiende algo? Y desde el PSOE, la alcaldesa ha encargado un informe al Cronista.

El problema es que su objetivo es solo ‘rescatar’ de la quema a unos pocos nombres. Hasta dentro de los señalados por ellos crean bandos de buenos y malos. ¡Seriedad, por favor! Dejen a los muertos en paz. Respeten su memoria, su legado y a su familia. Y es evidente que el legado de todos ellos sigue vigente para los castellonenses. El callejero de los ilustres no se toca. No a los sectarismos. Sí al respeto y la concordia.

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