Los frutos de un sacrificio

Autor: Manuel Altava Lavall, Portavoz de Justicia del PP en el Senado

Ante el resquebrajamiento del estado de bienestar y el inminente rescate al que se veía sometida España a causa de la errática política del gobierno socialista, el Partido Popular se vio compelido a adoptar medidas que aunque profundamente impopulares, eran absolutamente necesarias para salvar un agujero económico sin precedentes en las arcas del Estado y al borde de la quiebra. Eran pues imprescindibles aquéllas medidas para iniciar el camino de la recuperación económica, alcanzar el equilibrio de las cuentas públicas y la creación de empleo.

Tras dos años y medio de Gobierno del Partido Popular y con el esfuerzo de todos los españoles, se han generado los recursos necesarios que van a permitir recoger los frutos de aquél sacrificio, descargando la presión fiscal y en mayor medida, a los contribuyentes de rentas medias y bajas mediante la reforma fiscal de contenido profundamente social aliviando la carga impositiva a los contribuyentes de menos recursos, bajando los impuestos más de lo que en su día se subieron y por ende, 20 millones de declarantes verán aumentar sus nóminas a partir de enero de 2015.

Así pues, el gobierno del Partido Popular cumple su promesa electoral de bajar los impuestos. Quiso hacerlo al inicio de esta legislatura pero no pudo al encontrarse el país con un déficit superior al 9%. Entonces, no había margen para adoptar medidas menos dolorosas si se era responsable y se pretendía salir de la recesión, reducir el déficit y asentar las bases de la recuperación económica y el equilibrio de las cuentas públicas.

En poco más de dos años, se ha dejado de hablar de rescate para hablar de recuperación. Este proceso de recuperación ha sido y sigue siendo lento, pero con el esfuerzo de todos, se alcanzarán cuotas de empleo que permitirá recuperar el estado de bienestar perdido; el Gobierno del Partido Popular se ha empeñado en ello y poco a poco se va logrando crear empleo neto, siendo necesarias todavía mayores y más inmediatas soluciones.

Con la reforma fiscal, las rentas bajas y medias, las familias con hijos ascendientes o discapacitados son las más beneficiadas y las personas que cobren menos de 12.000€ al año, no pagarán por IRPF.

Esta reforma será de aplicación en los ejercicios de 2015 y 2016 y, excepto para las rentas muy altas, supondrá que todos los ciudadanos paguen menos de lo que pagaban en el 2011 en concepto de IRPF, suponiendo la rebaja media por este concepto un 12.5% de reducción en 2016 respecto a lo que se paga en estos momentos.

Asimismo, para quienes declaren menos de 24.000€ al año, el descenso final será el doble, es decir, pagarán un 23% menos que en el 2014 y se reducirá en un 31.06% para los contribuyentes con rentas menores de 18.000€ anuales. El tipo mínimo bajará del 24,75% actual al 20% en el 2015 y hasta el 19% en 2016; es decir, nos encontraremos con una importante bajada de impuestos si tenemos en cuenta que en el 2011 y con el gobierno socialista, estaba en el 24%; por tanto, las rentas medias y bajas serán las más beneficiadas. El tipo máximo previsto para los que más tienen se reducirá del 52% al 47% en 2015 y hasta el 45% en 2016; si bien, seguirán siendo estos contribuyentes quienes sigan soportando una mayor presión fiscal en concepto de IRPF.

Una reforma fiscal que también prevé las circunstancias familiares y laborales que concurren en las mujeres, manteniendo la ayuda de 100 euros al mes para las madres trabajadoras e introduce nuevos supuestos de protección a familias numerosas o con miembros discapacitados, con una deducción de 1.200€ al año que podrán cobrar de forma anticipada. Asimismo, los mínimos exentos por hijos de incrementan hasta un 32%.

Por su parte, el impuesto de Sociedades bajará del 30% actual al 28% en 2015 y al 25% en 2016 y se refuerzan las deducciones en favor de las PYMES para que paguen finalmente en torno al 20%, manteniéndose una fiscalidad reducida al 15% para nuevos emprendedores.

Además, se crean la Reserva de Capitalización por la que cualquier empresa puede destinar una provisión exenta de impuestos hasta el 10% de su beneficio, promoviéndose así la autofinanciación de las empresas; y, la Reserva de Nivelación para que las PYMES puedan hacer uso de su beneficio no repartido y no tributarlo durante cinco años para compensar futuras pérdidas.

Medidas, en fin, adoptadas por un gobierno responsable cuando las circunstancias económicas se lo han permitido después de haber puesto los cimientos para una consolidación económica efectiva, duradera y que ya se comienza a percibir.

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