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Los ayuntamientos

Autor: Mario Ángel García Báscones, diputado provincial y alcalde de Nules

Ser alcalde de mi municipio es una gran satisfacción para mí, pese a todo. Es muy gratificante trabajar por el pueblo de uno, planificar un proyecto que mejore la vida de los vecinos y desarrollarlo. Porque muchos alcaldes como yo vemos en esto de la política un capítulo temporal de nuestras vidas, un paréntesis que nos permite hacer cosas por la ciudad en la que seguiremos viviendo cuando dejemos de gobernarla.

Por encima de todas las cosas soy vecino de Nules y adoro este pueblo, como les pasa a todos los alcaldes que conozco. Y es así pese a esos momentos en los que te preguntas por qué algunos quieren que las cosas se descontrolen y utilizan la agresividad, la intimidación o el insulto como argumento, como si el que tienen en frente no fuera un vecino más de su pueblo, con capacidad de decisión, sí, pero limitada.

Las crisis sacan lo mejor y lo peor de cada persona, esa es una de las principales lecciones que me ha dado mi experiencia política. Pero como siempre intento quedarme con las cosas buenas, para mí lo más importante es lo que aprendemos de lo malo.

Para mí las personas exaltadas, las que insultan, las que pierden las formas, las que creen que la intimidación les va a servir para algo, van a ser las que pierdan con la crisis. Yo me quedo, como he dicho muchas veces, con todas esas personas que no se rinden, que respetan las normas y las leyes. Me quedo, por ejemplo, con esos concejales de pueblo que reciben una pequeña compensación material por dedicar gran parte de su tiempo a sus vecinos, a solucionar sus problemas, a generar ideas, a avanzar desde las bases.

Esas personas que no tienen por qué soportar que un pleno se llene de gritos e insultos, pero a pesar de ello saben ocupar su lugar, respetar al exaltado e irrespetuoso y seguir trabajando, también por ellos.

Para mí ser alcalde de Nules es gratificante, porque decidí dedicarme a esto pensando en mi pueblo en su conjunto, en toda esa gente que hace que este trabajo sea alentador, pese a los momentos más duros y desagradables.

 

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