Kilómetro cero

Autor: Begoña Carrasco García, Portavoz en el Ayuntamiento de Castellón

Que en Castellón tenemos productos hortofrutícolas de primera calidad no es ningún secreto. En nuestra tierra, y gracias al trabajo de los experimentados y comprometidos agricultores castellonenses, gozamos de productos de cualidades excepcionales, perfectos para seguir una dieta mediterránea sana y equilibrada.

Y en eso todos estamos de acuerdo. Pero una cosa son las palabras, y otras los hechos. Y lo que ocurre en Castellón es que nuestros agricultores cuentan con pocos incentivos que les animen a seguir trabajando los campos. En un contexto como el actual, es más necesario que nunca dar facilidades para que sigan sembrando su explotación agraria. O favorecer que los que todavía no lo hacen, se decidan a hacerlo. Hacen falta incentivos fiscales, apoyos financieros, cursos de capacitación, puesta en valor del sector primario como alternativa digna de vida… Muchas cosas, y ninguna de ellas se está fomentando por parte del equipo de gobierno municipal (ni ninguna otra instancia a nivel gubernamental).
Muchas carencias

Y lo mismo ocurre a la hora de hacer llegar los productos a los consumidores. Productos de primera calidad necesitan de un escaparate de nivel, y lamentablemente, las tres instalaciones municipales (Mercado de Abastos, Mercado Central y Mercado de San Antonio) arrastran muchas carencias y necesitan urgentemente un plan de mejora que los convierta en un punto de venta de calidad y capaz de ser incluso un polo de gastronomía y turismo. Así ocurre en muchas ciudades, no siendo el caso de Castellón, lo que genera pérdida de oportunidades. Tenemos un gobierno municipal que presume de promover los productos de kilómetro cero, pero que en realidad ha recorrido cero kilómetros en contribuir a dignificar nuestra despensa.

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