Hagamos cosas

Autor: Elena Vicente-Ruiz, secretaria general PPCS

He de reconocerlo, me encanta la serie House, soy fan del Dr. Gregory House. Su ironía e inteligencia me fascinan, porque además sus reflexiones suelen ser acertadas, vamos, que tiene más razón que un santo. Hoy leyendo frases suyas, me ha llamado mucho la atención una, (no es su famosa frase de que «todo el mundo miente»), «el tiempo lo cambia todo..., es lo que la gente dice, pero no es verdad. Hacer cosas cambia las cosas. No hacer nada deja las cosas exactamente como están».

Hace pocos días hemos conocido el proyecto de presupuestos de la Generalitat valenciana de Ximo Puig y Mónica Oltra para el año 2019, unas cuentas absolutamente mentirosas, siguiendo el mantra de House, ese de que todo el mundo miente. Aunque en otras cuestiones sí que dicen la verdad, sobre todo cuando dicen que ellos han venido a cambiar el imaginario de las personas.

Y es que no deja de sorprender que no haya dinero para inversiones, como colegios o centros de salud, de hecho nada se sabe del centro de salud de Vinaròs, Vilafamés o Moncofa, y sin embargo tengan pasta gansa para sus chiringuitos, para colocar afines, o para una tele pública que no ven ni los más devotos de Compromís.

Y lo peor, que Castellón vuelve a ser la hermanita pobre. Puig y Oltra nos discriminan de forma salvaje, con alguna excepción, donde tienen su vivero de votos son más generosos. El 73% de los pueblos de la provincia de Castellón no va a recibir ninguna inversión por parte de la Generalitat, y entre los afortunados que sí las tendrán hay una clara desigualdad, que va desde 1,20 euros que le tocan a Burriana, pasando por los 39 de Borriol, a los 2.589 euros de Morella. Qué casualidad.

Castellón va a pagar 30 veces más de lo que vamos a recibir, cada castellonense va a abonar 2.614 euros en impuestos y tasas, y nos van a devolver 86 por cabeza, y esto solo responde a la regla de tres del vil voto. Menos peso de votantes, menos inversión.

Además son unos presupuestos mentirosos, se repiten las mismas inversiones que otros años, y la realidad es que la legislatura termina y hoy en la Comunitat Valenciana hay 13.823 alumnos en barracones, y es que esto es cuestión de prioridades, o tenemos una tele catalanista o atendemos a los niños, para todo no hay. Y la elección está hecha.

Yo, tomando la reflexión de House, os invito a decir que no, que Castellón se merece más, que queremos ser valencianos de primera, no catalanes de segunda, que no queremos migajas, que queremos lo que nos toca. En definitiva os pido hacer cosas, para cambiar cosas.

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