Hacer las cosas sencillas

Autor: Mario Ángel García Báscones, diputado de Medio Ambiente y alcalde de Nules

Se está trasladando a la ciudadanía una sensación de complejidad del día a día que no se corresponde con la realidad. Hace tiempo que, en todos los ámbitos, llegó el momento de demostrar algo más de responsabilidad, porque constantemente tenemos ejemplos de que con políticas sensatas y sencillas, podemos dar respuesta a los problemas cotidianos, que son los que mejoran la vida de la gente.

Cuando digo que estamos creando una alarma desmesurada, me refiero a los grupos políticos, agrupaciones sociales e incluso medios, para los que la desproporción se convierte en norma. Se están magnificando los problemas incluso antes de que se produzcan, coartando muchas veces las estrategias de negociación y diálogo que impulsamos quienes tenemos la responsabilidad de gobernar y que están dando sus frutos.

Un buen ejemplo fue lo que sucedió con las zonas de acampada de Penyagolosa. Durante una semana, atendiendo a lo que algunos decían, parecía que todo estaba perdido. Pero cuando la alcaldesa de Vistabella expuso la problemática, desde la Diputación Provincial, con la sensatez y la sencillez en la gestión de la que hablo, se ha dado una salida positiva a un conflicto que en realidad nunca lo fue.

Así sucede con muchas cosas. Se ha puesto de moda estar en contra de todo lo que diga el Partido Popular, o lo que es peor, estar en contra incluso de lo que no ha dicho el Partido Popular pero que otros quieren que parezca que ha dicho. Parece un trabalenguas, pero es el resultado de esa obsesión que tienen por reforzar la negatividad como arma de combate.

La crisis está sacando lo peor de nosotros en algunos casos, pero desde mi punto de vista también lo mejor.

Somos capaces de articular políticas en las que la base es el equilibrio, porque las medidas por el desarrollo que se están impulsando, al contrario de lo que esa oposición incurable se empeña en gritar (porque no hablan, gritan), no está reñida con la cohesión social.

¿Cuándo admitirán que la política del no por el no ya ha fracasado? La gente espera soluciones, y con serenidad y responsabilidad, se las estamos dando.

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