Genio y figura

Autor: Maria Nieves Martínez Tarazona, Vicesecretaría de Política Autonómica PP Castellón

Hay muchos nombres que pasarán a la historia como grande de España, pero hay uno que se ganó el título paso a paso e idea a idea. Supo dar el giro oportuno a un país en plena remodelación en un momento dado, y parece que ha sabido decir adiós al país por el que todo lo dio, en un momento decisivo. Capaz de alcanzar consenso en momentos definitorios, ha sido capaz de demostrar públicamente que el ciudadano sí que cree todavía en la política, y pone su apoyo en el político que sepa trabajar por un proyecto y no por unas siglas. La cola que ayer había para decir adiós al que fue el primer presidente de nuestra reciente democracia, así lo demuestra.

El testimonio de muchos jóvenes que han crecido en democracia y de muchos otros, que conocieron y participaron en el cambio a la misma, de respeto hacia Adolfo Suárez, nos ha hecho a todos por un momento, pensar en la dinámica demoledora del sistema en que nos estamos sumiendo.

Cuesta pensar cómo es posible que también haya gente, que cuestione al demócrata, que olvide que ese demócrata no sólo incorporó los partidos sino que fue el precursor de la legitimación de los sindicatos y de la defensa de la clase media española.

Incrédula leía este pasado domingo que para haber luchado por la democracia había que haber estado preso en época de dictadura. Más incrédula quedaba cuando el autor de esas afirmaciones era un ciudadano valenciano y además con ansia de gobierno en nuestra Comunitat, en ese ficticio tripartito. Cuando leo ese tipo de declaraciones tan llenas de efectos secundarios, dos cosas se me pasan por mente, o son tan cerrados que no ven más allá, lo que me preocupa por el fanatismo que ello con lleva; o que realmente juegan con los sentimientos de la gente, cual dictadura que critican. A todo ese núcleo pensante lo remitiría a la definición de democracia, donde explícitamente en uno de sus párrafos especifica: “No debe confundirse República con Democracia, pues aluden a principios distintos, la república es el gobierno de la ley mientras que democracia significa el gobierno del pueblo”. El peligro del gobierno de la ley por la ley bajo un mando dictatorial ya conocemos las consecuencias que tiene en otros lares. Hagamos uso pues, de la herencia del esfuerzo de toda una generación liderada por Adolfo Suárez que fue capaz de devolver la decisión de gobierno de nuestro país al pueblo, a través de sus representantes, mediante una democracia parlamentaria; pero pidamos a todos nuestros parlamentarios, sean de las siglas que sean, el alto de miras de toda una generación que antepuso el bien común a las siglas y cuya esencia es la que hoy por hoy nos exigen nuestros conciudadanos. Al grande de España, me sumo al “gracias” de toda una generación.

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