Falsos mitos

Autor: Miguel Barrachina Ros, Economista y Vicepresidente de la Diputación de Castellón

Existen lugares comunes  generalmente aceptados que no tienen nada que ver con la realidad.

El más usado recientemente es el de que las administraciones recortan en exceso para devolver dinero a los bancos. Y no es así, todavía seguimos endeudándonos porque aún gastamos más de lo que ingresamos, en concreto el déficit del Estado en los nueve primeros meses fue de 37.000 millones, ingresamos 89.000 millones y gastamos 126.000, luego las reducciones de gasto que han tenido lugar no son suficientes, y para financiarlos, nuestra deuda sigue creciendo.

Se ha logrado en tiempo récord que cada vez la deuda crezca menos, pero lo de que nuestros sacrificios sirven para reducir la deuda con los bancos es todavía un mito, aunque ciertamente se ha avanzado mucho.

Como mito es también que con el PP baja el presupuesto social. Al contrario sube, de hecho su mayor partida, el gasto en pensiones se eleva este año un 4,9%  y con la caída del IPC, la totalidad de los 9 millones de jubilados españoles ven aumentar su poder adquisitivo este año entre un 1,1 y un 2,1.

La manida congelación de las pensiones solo tuvo lugar con Pérez Rubalcaba en el gobierno.

Pero posiblemente el mito de mayor arraigo es aquel que dice que “con la derecha crecen las desigualdades y con la izquierda se reducen”. La realidad española es justo la contraria.

La evolución del nivel de desigualdad de ingresos en España, que refleja fielmente Eurostat, indica que en 1996 el 20% más rico ingresaba seis veces más que el 20% más pobre, y ese cifra cayó del 6 al 5,1 en 2004, único periodo, con gobierno popular en el que la distancia entre españoles se redujo.

Después un nuevo gobierno socialista volvió a incrementar la desigualdad nacional elevándola del 5.1 al 7.1, es decir, que el quinto más rico ingresa siete veces más que el quinto más pobre según recoge la Unión Europea.

Y será de nuevo la política económica de un gobierno de centro derecha, el de Mariano Rajoy, la que nos llevará al crecimiento y la generación de empleo que a su vez hará  reducir las diferencias entre españoles.

No puedo acabar este artículo sin manifestar mi absoluto bochorno porque en nuestra universidad pública Jaume I un colaborador de ETA, condenado y no arrepentido, sea quién dé la bienvenida del nuevo curso, ¿Por qué los secesionistas de izquierda que dominan la representación estudiantil no invitan a víctimas en lugar de a verdugos?

El mito de que la izquierda es aliada de las victimas ha sido también desmentido esta semana en la UJI.

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