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El circo de los extraños

Autor: Elena Vicente-Ruiz, portavoz PP la Vall d’Uixó y secretaria gral. PPCS

Tres años unidos con un denominador común: el fracaso electoral y el odio al Partido Popular.

PSPV, Esquerra Unida y Compromís, afrontan el último año de legislatura como el que va deambulando en un circo, eso sí, de extraños, ya que ninguno se fía del otro, y no es de extrañar.

Ayer, en pleno extraordinario se aprobaron las conclusiones de la Comisión de Investigación sobre la financiación del PP de la Vall del año 2011. Dos años de investigación, de práctica de prueba documental, pericial y testifical para ver si una empresa que trabaja para el Ayuntamiento de la Vall, pagó al PP la página web en la campaña de las elecciones de 2011, a cambio de contratos públicos.

Nada dice Tania Baños de devolver los 8.000 euros que ha cobrado su partido indebidamente, de la financiación del PSOE de la Vall con el dinero que debía estar en los bolsillos de los valleros.

Evidentemente dos años de acoso y derribo contra el Partido Popular. Nada se busca con ello que no sea llevar otra vez la gestión del PP a fiscalía y embarrar más si cabe la política municipal.

Pero detrás de todo esto hay más, la inoperancia, mediocridad y parálisis de los tres partidos que conforman el circo de los extraños. 

Y entre los más extraños, Esquerra Unida, y un personaje, Antoni Llorente, que ha asumido el papel del tonto útil de esta extraña sociedad. Se ha propuesto trabajar en pro de la imagen de la alcaldesa, permite que Tania Baños controle la comunicación del ayuntamiento siendo él el responsable de comunicación, se deja persuadir por cantos de sirenas a sabiendas de que son mentiras para no derribar la Cruz de la plaza de La Paz, le cuelan a través de la empresa pública facturas de fiestas.

Pero es que ahora hasta Compromís le ningunea. Su concejal Fernando Daros se atribuye en solitario la buena gestión del contrato de recogida de basuras en la Vall.

Yo no sé qué opinarán las bases de Esquerra Unida de la gestión de su primer teniente de alcalde, pero debe ser decepcionante como poco.

Y mientras los tres andan con sus representaciones circenses, la gestión sin hacer. Lo que necesitan los vecinos son políticos que tengan altura de miras, que sean capaces de consensuar proyectos de futuro y que no vengan con ese odio de serie.

No creo que preocupe a nadie cambiar nombres de calles ni quitar escudos, sino proyectos que unan a todos y que generen orgullo de pertenencia. La Vall no merece un circo de extraños sino un gobierno de gestores.

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