La población, con poco más de 200 habitantes, lucha por reivindicar su patrimonio e invertir en sus fortalezas. La petición de ayudas “persigue el apoyo que permita invertir en el pueblo”

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El Toro se ha marcado el objetivo de poner en valor su antigua fortaleza y recinto amurallado a través de la petición de ayudas al Consell para recuperar un complejo patrimonial declarado Bien de Interés Cultural. Se trata del castillo de la localidad, un emblema histórico para un pueblo “que tiene mucho pasado por contar y mucho futuro por celebrar”, tal y como ha señalado el primer teniente de alcalde de la población, José Arenes.

La petición que desde el Ayuntamiento de El Toro se ha remitido a la Generalitat persigue el objetivo de optar a unos fondos “que permitan a la población redactar el Plan Director del castillo y las murallas”. “Poder avanzar en este proyecto tan ilusionante”. “Porque sería una excelente noticia para la localidad poder recibir el apoyo económico que nos permitiera redactar esta hoja de ruta para planificar la restauración y recuperación de la historia de nuestra localidad”. Un pasado “del que nos sentimos orgullos y que deseamos restaurar para el estudio, disfrute y conservación por parte de generaciones venideras”.

La inversión que solicita El Toro permitiría, tal y como explica el primer teniente de alcalde, “recuperar los lienzos que hoy todavía resisten al paso del tiempo: murallas, castillo, iglesia y torre a lo largo de varias anualidades. Es un proyecto ingente que planificamos a largo plazo puesto que nuestros recursos son limitados”. Sin embargo, estas dificultades económicas “las salvamos con la ilusión y la motivación que nos moviliza para conseguir que estos fondos recuperen la que es historia de nuestro pueblo”. Porque El Toro “es un pueblo pequeño pero con un potencial enorme”.

De hecho, este objetivo patrimonial, tal y como explica Arenes, se une a otras metas, como la puesta en marcha del Museo Micológico que, a través de los fondos Leader, la localidad prevé habilitar en los antiguos calabozos que ocupan la planta baja del edificio del ayuntamiento. “El reto es abrir las puertas de esta sala en 2023 y, en paralelo, poner en marcha el coto micológico que El Toro también reivindica con fondos europeos”. Para Arenes, El Toro “es capital de la trufa y este orgullo y esfuerzo marca nuestra apuesta decidida por este proyecto. Al coto y al museo uniremos el laboratorio de la trufa, los viveros de plantas y la ya consolidada Feria de la Trufa, que moviliza a toda la provincia y que también es un reclamo para quienes viven fuera de ella”.