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Autor: Manuel Altava Lavall. Portavoz de Justicia del PP en el Senado
A nadie se escapa que la herencia socialista recibida por el Gobierno de la Nación ha sido la peor de la historia.
La contabilidad socialista es la siguiente. En el Debe, entre otras cuestiones, cabe destacar:
Gastaron 3.000 millones de euros en el Fondo de Dinamización de la Economía que condujo a un PIB negativo
8.000 millones de euros en el fondo de inversión Local que ha traído Ayuntamientos asfixiados
168 millones € en los asesores de Zapatero para dejar el peor gobierno de la democracia
300 millones de euros en un Ministerio de Igualdad que produjo más violencia de género y más paro femenino
10.000 millones de euros en un Ministerio de la Vivienda que trajo el hundimiento del sector
Así pues, cuenta del Debe: 51.468 millones de euros
Y, eso, sin parar a detenernos en determinadas subvenciones absolutamente superfluas, la Alianza de Civilizaciones, etc.
Y, en cuanto al Haber:
Recortaron a los pensionistas 1.530 millones de euros resultando su empobrecimiento
Privaron de 1.500 millones de euros a las madres que daban a luz abandonando a las familias 2.400 millones de euros a los funcionarios consiguiendo su desamparo
14.000 millones de euros con la subida del IVA generando menos consumo
400 millones de euros a los parados sin ningún ingreso logrando su peor perjuicio
430 millones de euros en la subida de gasolina y tabaco logrando la pérdida de valor adquisitivo en los consumidores
800 millones de euros a los españoles con cartilla de ahorros resultando menos ahorro
Así pues, cuenta de los recortes o Haber: 21.060 millones de euros.
Por eso, ante tamaño despilfarro masivo, el Gobierno de Mariano Rajoy defiende la necesidad de combinar ajustes con crecimiento, haciendo dos cosas a la vez: reducir el déficit público y trabajar para recuperar el crecimiento. Para el Gobierno, austeridad y crecimiento económico son conceptos ligados, porque el crecimiento se basa en la estabilidad presupuestaria.
El crecimiento económico de España y el éxito de estas reformas depende de que España cuente con la liquidez económica suficiente. Y, en esa línea, el respaldo del Banco Central Europeo a las reformas del Gobierno es un paso esencial para que España recupere la liquidez que necesita: El presidente del BCE, Mario Draghi, ha elogiado el esfuerzo que está haciendo el Gobierno para devolver España a la senda del crecimiento, haciendo hincapié en que <
La confianza de Europa en el esfuerzo de España es fundamental para recuperar las inversiones y el flujo del crédito a los ciudadanos.
Por eso, ante una contabilidad socialista que nos llevaba indefectiblemente a la liquidación del país por falta de crédito, las actuales reformas aunque dolorosas son necesarias constituyendo un mensaje contundente a Europa de que se está tomando el rumbo correcto y dando la confianza necesaria para inyectar liquidez a la banca y así abrir el crédito a familias y pymes.
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