El presidente del PP, José Antonio Redorat, lamenta que la decisión de Xaro Miralles prive a los vecinos de un recurso de ocio y salud.

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Los vecinos de Benicarló siguen hoy, dos años después del cierre de las instalaciones, sin poder utilizar su piscina municipal. Este jueves, 3 de marzo, la mesa de contratación declaraba desierta la segunda licitación dirigida a contratar en régimen de concesión los servicios con ejecución de las obras de adecuación, reforma y ampliación de la piscina cubierta municipal de Benicarló.

“Un varapalo para una ciudad, la nuestra, que hoy sigue esperando que Xaro Miralles reabra las puertas de la instalación con la misma agilidad con la que las cerró, pero que ha demostrado ser incapaz de reparar el daño que ha provocado con su errónea gestión”.

Así lo ha manifestado el presidente local del PP en Benicarló, José Antonio Redorat, quien ha exigido a la alcaldesa “que se marche si no es capaz de resolver el problema que ha creado a la población”. “Dos años es tiempo más que suficiente para hallar soluciones a una instalación que funcionaba con total normalidad y que la alcaldesa fue incapaz de reabrir tras un período de cierre durante la pandemia”.

Desde el PP “llevamos reclamando desde hace dos años las soluciones que garanticen a nuestra población el disfrute de un recurso que no es solo ocio, es deporte y es salud”. La piscina climatizada de Benicarló es sede de entrenamiento de clubes que ahora se han visto obligados a desplazarse a otros municipios para poder ejercer su actividad. Asimismo, es recurso de salud para muchos vecinos que tienen en la natación su plan de rehabilitación, y también lo es para ciudadanos que acuden a la instalación para disfrutar de los beneficios del agua”.

Desde el PP exigen al PSOE “soluciones”. “Las que debía haber facilitado hace más de un año y hoy sigue sin ofrecer”. Y reclaman urgencia, “Benicarló no tiene que sufrir el castigo de una alcaldesa que se dedica a cerrar servicios útiles cuando lo que debería hacer es trabajar por resolver problemas y abrir recursos a la población”. “Nuestro objetivo es conseguir que la instalación pueda reabrir nuevamente sus puertas y prestar servicios a tantos damnificados por la ineficaz gestión de Miralles”, ha concluido Redorat.