Una auditoría de infarto

Autor: Vicent Sales Mateu, Vicepresidente de la Diputación de Castellón

La Sindicatura de Comptes apreció la semana pasada irregularidades en varios contratos que el Ayuntamiento de Castellón formalizó en los años 2015 y 2016.

El síndic resalta la tramitación por el procedimiento de urgencia de varios contratos en las anualidades de 2016 y 2017, cuando en realidad no era necesario. Esto permitió a la alcaldesa socialista y a sus socios de Compromís formalizar en 2016 29 contratos por un importe de 4'5 millones de euros; y en 2017, 32 contratos por importe de 5,8 millones de euros. Esta excepcionalidad no estaba justificada y permitió al bipartito adjudicar sin el control que establece la ley contratos por valor de más de diez millones de euros.

Descontrol absoluto del bipartito y culpa in vigilando del tercer socio en discordia, Castelló en Moviment; que o no se entera y se las están metiendo todas dobladas. O lo que es peor, se entera, pero le da igual. Lo importante es que la izquierda cace ratones, ¡que más da que el gato sea negro o blanco!

¡Qué lejos queda aquella asamblea podemita de junio del 2015 en que Castelló en Moviment pedía auditorías de infarto para que el PP se hiciera responsable de sus actuaciones!

¡Qué lejos aquel julio del 2015 en que el entonces incontinente vicealcalde decía que la situación del Ayuntamiento de Castellón era de corralito y negaba que hubiera un superávit de 3,5 millones de euros!

¡O qué cerca el pasado mes de septiembre en que el portavoz podemita, Xavi del Señor, pedía a la alcaldesa que el Síndic de Comptes que analizara las cuentas de la Junta de Fiestas!

¿No querías Síndic? Toma dos tazas: una por bocazas y otra por incompetente. ¡Ya están analizadas! La dejadez de funciones del gobierno bipartito y la incapacidad de su socio para supervisar nada, ha convertido la casa de los líos del Ayuntamiento de Castellón en un todo vale que anuncia lo que pasará dentro de seis meses: sálvese el que pueda.

Lo que demuestra este tirón de orejas de la sindicatura de cuentas al ayuntamiento bipartito es que están más por el postureo que por la gestión; más por hacer política para sus partidarios que para los vecinos. Por no hacer, en tres años no han sido capaces ni de hacer un inventario de bienes del ayuntamiento --el último data del 2014, último año completo del Partido Popular en el gobierno municipal--. Gestionar es algo más que vender pompas de jabón o cortinas de humo.

Venían a convertir el ayuntamiento en una casa de cristal y de momento lo que ya sabe el Síndic de Comptes es que lo mire por donde lo mire hay más de diez millones de euros cuyas facturas se han vuelto traslúcidas y se han pagado como si fueran las de un fondo de reptiles, utilizando un procedimiento de urgencia para saltarse a la torera todos los trámites que marca la ley.

¡Esto sí que ha sido una auditoría de infarto!

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