Tic-tac, tic-tac...

Autor: Juan Amat, portavoz del PP de Vinaròs

Se acaba el tiempo de una legislatura a la que le sobran excusas y faltan resultados.

Ya no se oye a aquellos que, hace 3 años, gritaban detrás de las pancartas. Daba igual que el problema afectara a la educación, a la sanidad, o a la tv. Tras el eficaz "No a les retallades" la solución ofertada era siempre la misma, el mal llamado "govern de progrés".

Y de todo aquello hoy no queda más que la constatación que los que tenían que solucionarlo todo, no han solucionado nada. Y lo que es peor, incapaces de asumir el fracaso de su gestión, disimulan prometiendo lo ya prometido en lo que es, tras 3 años gobernando, el reconocimiento tácito de su ineficacia al frente de la Generalitat.

Vinaròs es buen ejemplo de ello. Nos desgobierna un tripartito de Podemos, Pspv y Compromís cuyos únicos esfuerzos conocidos son los dirigidos a tratar de excusar sus incumplimientos y los de la Generalitat.

Hasta el punto de sumar a las tradiciones del municipio la de anunciar la supresión de los barracones del Colegio Jaime I, siempre para el año siguiente. Así llevan haciéndolo desde el 2015, con el desparpajo propio de quienes subestiman la memoria del prójimo.

En materia sanitaria el resultado no es mejor. Anunciada la construcción del segundo centro de salud año tras año, la única realidad es el deterioro constante del Hospital Comarcal que, además de recortar servicios, como en ginecología, incrementa sus listas de espera hasta el punto de demorarse 9 meses la realización de una simple ecografía.

Atendiendo a la transparencia y regeneración política los resultados son cambios espectaculares, aquí sí, pero en los principios fundacionales de Podemos. Sólo así se entiende la negativa del Alcalde y sus concejales a reprobar la gestión del ex alcalde socialista condenado en firme por prevaricar de forma continuada.

Ya se sabe, los que venían a regenerar degeneraron por el camino, sobre todo, cuando sus socios de gobierno les transmitieron que si había reprobación perdían el sillón.

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