Renovarse o morir

Autor: Elena Vicente-Ruiz Climent, Coordinadora de Acción Política y comunicación del PPCS

John Fitzgerald Kennedy decía “El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro”.

Desde que el PP llegó al Gobierno hace dos años la prioridad ha sido una, la recuperación económica, mientras el PSOE, autor de la peor crisis económica que nos ha tocado vivir la negaba hasta 50 veces, 47 veces más que Pedro a Jesucristo, los españoles estábamos ahogados a causa de la incompetencia del gobierno.

El 12 de Mayo de 2010 Zapatero, presidente a mi pesar del gobierno dijo, «Se ha iniciado la recuperación económica» , otra mentira más de un gobierno que empezaba a abandonar el barco y que nos sumió en la desesperanza y la incertidumbre.

Los ciudadanos encomendaron al PP una única tarea, salir de la crisis, difícil pero posible, tomando decisiones de gobierno valientes, devolviendo confianza y seguridad a los españoles y situando a España en el lugar de donde NUNCA tenía que haberse movido.

Dos años después podemos decir que los esfuerzos de todos están dando resultados, llevamos un año creciendo y nueve meses generando empleo, podemos decir que tenemos 291.000 afiliados más a la Seguridad social que en 2013, o que la bajada de impuestos de Rajoy supondrá que 325.000 autónomos con menos rendimientos se beneficiarán este año de la reducción de retenciones o que supondrá un ahorro a las empresas de Castellón de 29 millones de euros.

Ahora que la recuperación económica se ha iniciado, es momento de abordar otros asuntos no menos importantes y que tienen que ver con mejorar la calidad democrática.

Si algún mensaje nos enviaron lo ciudadanos el día de las elecciones al Parlamento Europeo fue su desconfianza en los políticos. Por eso desde el PP hemos iniciado una serie de propuestas que van encaminadas precisamente a eso, a regenerar la política, a apostar por nuevos modelos de participación y sobre todo a tomar medidas encaminadas a reforzar las conductas ejemplares y austeras de la clase política. Algunas de estas medidas que propone el PP son la elección directa de los alcaldes, la reducción de diputados autonómicos, o la de Javier Moliner, que los diputados provinciales sean elegidos directamente por los ciudadanos en las urnas en lugar del actual sistema de designación indirecta mediante el aval de los concejales.

La izquierda sigue anclada al pasado, quiere seguir manteniendo sus privilegios al margen del esfuerzo de los ciudadanos, mientras que el PP apuesta por el cambio porque es la única garantía de no perdernos el futuro.

 

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