Que alguien me lo explique

Autor: Beatríz Gascó Enríquez, directora general de Innovación, Ordenación y Política Lingüística

La democracia es una forma de organización del Estado en la cual el pueblo, mediante unas elecciones, confiere legitimidad a sus representantes. Es evidente que hoy algo está fallando, porque a más de uno se le han olvidado las reglas del juego y están haciendo de la intimidación su instrumento para conseguir sus objetivos.

En momentos de crisis es habitual que surjan diferentes movimientos sociales que reivindiquen soluciones a sus problemas. Yo acepto y respeto este tipo de iniciativas, siempre y cuando se encuentren dentro de la legalidad. Ahora bien, hay dos cosas que no entiendo. La primera es por qué no se llama a las cosas por su nombre. Si se realiza un acto violento es coacción, no es escrache; me da mucha rabia que se utilice la semántica para disfrazar acciones que son del todo injustificadas.

La segunda cuestión que no comprendo es dónde estaban estas personas que coaccionan a los políticos del Partido Popular en época de Zapatero. Siete años y medio en el poder y el PSOE no cambió ni una ni una coma de la ley. El Gobierno socialista dejó la friolera de más de 370.000 desahucios, 159 al día.

El PP es el primero que legisla contra este drama y, sin embargo, es el que está recibiendo los ataques. No lo concibo. Acuérdense lo que decía Martin Luther King: “La violencia crea más problemas sociales de los que resuelve”.

 

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