Puig da la espalda a los agricultores

Autor: Isabel Bonig Trigueros, Presidenta del Partido Popular de la Comunitat el Valenciana

La defensa de los valencianos debería ser una obligación irrenunciable para el Consell de Ximo Puig pero elude de manera reiterada ese mandato que no recibió de las urnas (porque perdió las elecciones) pero que sí tiene merced al pacto posterior de legislatura con Compromís y Podemos.

La agricultura de la Comunitat padece diferentes problemas como la plaga de la xylella o la exportación de cítricos de Sudáfrica a la Unión Europea (UE) que lastran su productividad y su crecimiento internacional sin que el presidente de la Generalitat le preste atención. Ese vacío en la gestión me impulsó a concertar una reunión en Bruselas con el comisario de Agricultura de la UE, Phil Hogan, para abordar estas cuestiones.

Fruto de ese encuentro comprobamos que hay solución o, al menos, se pueden minimizar ambos conflictos. Por un lado, la Generalitat podría obtener más fondos para combatir la xylella si modifica el programa del Plan de Desarrollo Rural para destinar parte de los recursos asignados en ese programa a frenar la expansión de la plaga.

Por otra parte, sobre la exportación de cítricos de Sudáfrica a la Unión Europea pedimos que se active la cláusula prevista en los tratados para que los estados miembro que se sientan afectados, como es el caso de España y particularmente la Comunitat, puedan defender sus intereses frente a esas exportaciones.

¿Por qué entonces no hace nada el Consell? La razón es la incapacidad en la sala de máquinas que eterniza los problemas de los valencianos. Los niños siguen estudiando en barracones, Marzà y Oltra comenzaron una cruzada contra la libertad educativa especialmente contra la opción de la enseñanza concertada; las listas de espera en sanidad aumentan; Puig aplaza la mejora de la financiación autonómica; han abandonado al sector automovilístico; plantean imponer una tasa turística...

Esa retahíla de despropósitos, aderezada con la utilización de la lengua valenciana como elemento de división y la pérdida de oportunidades por el retraso de la reactivación económica muestra que estamos en manos de amateurs y, además, malintencionados. La agricultura valenciana no escapa a estos atropellos y se desprecia ese casi 3% que tiene sobre el PIB regional.

Proteger la actividad agrícola es clave por su trascendencia económica pero también paisajística y medioambiental y lejos de ello Puig está desatendiendo todas sus problemáticas. Es más, contribuye a poner en riesgo su viabilidad con su silencio ante propuestas de eliminación de trasvases hídricos claves para su pervivencia.

El PP está al lado de los agricultores y hace suyas sus reivindicaciones como hemos demostrado haciendo el trabajo que le corresponde al Consell y lo seguiremos desarrollando, espero que pronto, al frente de las instituciones.

Opiniones deja tu opinionDeja tu Opinión
No existen opiniones para este elemento.

Arriba OpiniónOpinión Enviar a un amigoEnviar a un amigo Volver AtrásVolver Atrás