Proponemos

Autor: Maria Nieves Martínez Tarazona, Vicesecretaría de Política Autonómica PP Castellón

El pasado viernes fueron presentados los que serán los presupuestos de la Generalitat Valenciana para el ejercicio 2015. Como ya se advirtió el pasado mes de septiembre en el debate de política general de la Comunitat, los de este año, son unos presupuestos comprometidos con la recuperación económica. Muestra de esa tendencia invertida dirigida a la recuperación es el hecho de que el presupuesto total de la Administración de la Generalitat para 2015 asciende a 17.191 millones de euros, cifra que refleja un incremento de 7,2% con respecto al presupuesto de 2014. El epicentro de estos presupuestos son las personas. Suben todas las partidas sociales: sanidad, educación, bienestar social y empleo. Algo tan necesario para el bienestar social como es el empleo experimenta en los presupuestos presentados un incremento del 12%, así pues, las partidas destinadas a incentivar políticas de empleo en la Comunitat Valenciana contarán con 284,9 millones de euros. Igualmente, un año más, los presupuestos destacan por su peso social, reflejado en las partidas destinadas a sanidad, educación y bienestar social.

Esta última ve aumentado su presupuesto un 19,1%. Casi 9 de cada 10 euros del presupuesto de la Generalitat va destinado a estas tres líneas. En 2015 destinaremos 28,57 millones diarios a gasto social, de los que 15 millones irán destinados a materias sanitarias, 11,2 millones a educación y 2,3 millones a bienestar social.

Los presupuestos reflejan bien el momento. Tras un 2012 de ajustes necesarios, el 2013 fue un año que reflejaba la inflexión, el punto y a parte. El 2014 ha sido el de la recuperación y este 2015 ha de ser el de consolidación del crecimiento. Muestra de ello son los datos de descenso de paro de ayer, donde la Comunitat lidera en octubre el descenso de paro en España

Proponemos en Corts, durante los próximos días, los presupuestos de la consolidación y del crecimiento. Enfrente, una vez más, el partidismo chocará de nuevo con la estabilidad y la cordura. Enfrente, de nuevo, tendremos a aquellos que en 2012 vaticinaban el desastre total; los mismos que no han querido ver el cambio de tendencia, y que no quieren reconocer la recuperación económica y quieren negar la posibilidad de una consolidación y prosperidad, pues en ello ven una posibilidad al partidismo, regalando a otros un cambio de sistema preocupante para el futuro.

Muchos achacarán a estos presupuestos que son los de año electoral o que cómo es posible su crecimiento si ha aumentado la deuda. Frente a ese populismo de panfleto existen realidades económicas como es el ahorro cercano a 272 millones en el capítulo III de los presupuestos (­20,3%), fruto de medidas reales como el aplazamiento de liquidaciones de 2008 y 2009, la bajada al 1% del interés del FLA, ... Medidas reales, que no populistas, que permiten destinar esas partidas a políticas sociales, y seguir trabajando por una sociedad en el marco de Europa y del primer mundo y no de repúblicas con carencias, sobre todo, sociales de las cuales no deberiamos tomar ejemplo.

 

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