Nuevo plan contra la morosidad

Autor: Manuel Cervera Taulet, diputado al Congreso por Castellón

Uno de los mayores lastres que ha tenido la economía española en los últimos años ha sido, sin ninguna duda, los importantes impagos de las diferentes administraciones públicas con sus proveedores. En los últimos años; las previsiones de ingresos que no se cumplían o los problemas para conseguir financiación bancaria provocaron que numerosas pymes y autónomos pasaran por momentos de verdadera angustia económica, especialmente desde que las entidades bancarias cerraron el grifo del crédito tanto para empresas como para particulares.

Ya durante la campaña electoral, uno de los objetivos más veces repetidos por los dirigentes del Partido Popular, fue el articular los mecanismos necesarios al llegar al Gobierno para acabar con los impagos que tanto Comunidades Autónomas como Ayuntamientos no podían solucionar por sí solas, puesto que no contaban con las herramientas necesarias para realizar estos pagos.

Y así fue. Una de las primeras medidas que adoptó el Gobierno de Mariano Rajoy fue la de articular la forma para que, a través de un Plan de Pagos extraordinario de una envergadura no conocida antes, primero las Entidades Locales, y después los Gobiernos autonómicos, pudieran pagar las facturas pendientes a sus proveedores.

El año pasado se efectuaron pagos a proveedores de Administraciones Públicas por valor de 26.000 millones de euros. Esta inyección ha permitido el crear o mantener 100.000 puestos de trabajo que sin esta aportación extraordinaria no sólo no existirían, si no que probablemente se hubiera destruido más empleo y cerrado más pequeños negocios.

De cada 100 que vieron liquidadas sus deudas, 65 eran Pymes, 35 eran autónomos y sólo 1 era una gran empresa.

Sin embargo, no fue del todo suficiente, ya que hubo algunas deudas que no pudieron acogerse a este plan. Un país que no paga lo que debe, es un país que no puede generar ningún tipo de confianza. El Gobierno de Mariano Rajoy es plenamente consciente de esta necesidad. Por eso está ultimando el segundo plan de pago a proveedores que con una inversión de más del entorno de los 2.500 millones de euros permitirá que aquellos que por diferentes circunstancias quedaron fuera del primero, tengan ahora la oportunidad de ver saldadas sus deudas.

Esta inyección de capital en el mercado económico, permitirá a autónomos y pequeños empresarios de nuestra provincia poder seguir manteniendo sus negocios, con la confianza y la esperanza de que más pronto que tarde la economía española mejorará y con ella la de la Comunidad Valenciana y la provincia de Castellón.

 

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