No aciertan ni cuando rectifican

Autor: Vicent Sales Mateu, Vicepresidente de la Diputación de Castellón

Perplejos estamos. Han pasado cuatro semanas y como si hubieran pasado cuatro décadas. Los inmigrantes han pasado de ser personas acosadas por la guerra y por la injusticia que merecían nuestro respeto a «migrantes violentos que atentan contra nuestro país y nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», en palabras del ministro Grande Marlaska.

La situación respecto a Cataluña, de ser un romance de amor entre el doctor Sánchez y el supremacista Torra, en el que todo se había arreglado, que se había levantado el 155, se habían acercado los presos golpistas y que ahora iba a ser todo coser y cantar, ha pasado a la amenaza de «saber cuál es el camino que depara el unilateralismo: volver a la quiebra de la legalidad, volver al desacato y saltarse los límites», en palabras amenazantes dichas por el doctor Sánchez. ¡Vaya, más o menos como con el PP! ¡Hay que ver!.

En un mes, lo que tenía que ser el tiempo de la pluralidad y de la transparencia, ha derivado en una purga en RTVE, en la que solo ascienden los periodistas pelotas de la izquierda radical. Por cargarse se han cargado hasta el formato tradicional de Saber vivir, que venía muy bien para las varices y el codo de tenista, y que ahora parece que se emitirá en formato semanal.

Lo que hace cuatro semanas tenía que ser un Gobierno que salvara a las personas con todos los partidos que ayudaron al doctor Sánchez a okupar su despacho preferente en la Moncloa, juntos en un objetivo común, ahora se ha convertido en una jaula de grillos, todos peleados sobre si el IRPF se ha de subir a los más ricos, a los menos ricos (PSOE) o a los ricos que pagan siempre, es decir las clases medias (Podemos); o a nadie (PdCat).

Va y resulta que el Gobierno con más mujeres de la historia de España, el más feminista del mundo mundial, va y registra un sindicato de prostitutas que dice que eso de hacer la calle es magnífico, y hasta te hacen cursillos para aprender técnicas erógenas. Igual si nos descuidamos nos montan un ciclo formativo de grado superior para los institutos. ¿Pero quién ha sido el o la lumbreras que ha podido considerar en el Ministerio tal cosa, que un burdel es un lugar de trabajo?

En menos de lo que canta un gallo hemos pasado de que no puede ser que media España pague peajes y la otra media no --ministro Ábalos dixit--, a que desde el pasado domingo la autopista AP-7 sea gratis en Cataluña para los vecinos catalanes, mientras que los valencianos seguimos pagando, cuando el dinero sale de los mismos Presupuestos, esos del Partido Popular que decían que eran tan malos.

Menos mal que el viernes pasado la ministra Celaá --qué grandes momentos nos depara cada Consejo de Ministros-- nos prometió la felicidad, gracias a que «están regenerando la democracia en todos los frentes y han empezado por arreglar el pasado». Por favor, ¡elecciones ya! Que venga alguien que esté dispuesto a arreglar el presente y mejorar el futuro. Que del pasado ya se ocupan los historiadores.

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