Los alcaldes, nuestro mejor valor

Autor: Elena Vicente-Ruiz Climent, Coordinadora de Acción Política y comunicación del PPCS

Castellón es una provincia que hemos construido a base de esfuerzo y sacrificio, con unas posibilidades infinitas y con gente capaz de llegar donde se proponga, Antoine de Saint Exupéry, el autor de El Principito dijo: “Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho.” Ese sentimiento, el de que somos una gran provincia, es fundamental para llevarnos tan lejos como nosotros mismos decidamos, sin que nada pueda pararnos.

Es cierto que para que esto pase necesitamos infraestructuras acordes a nuestras posibilidades, como el AVE o el aeropuerto, cuya puesta en marcha es inminente y que van a ser fundamentales para el tráfico de mercancías y pasajeros y un revulsivo para nuestro turismo, frente a los grandes proyectos de la izquierda, el Castor, ese monumento al despilfarro socialista, 1.350 millones de euros tirados a la basura, o las desaladoras totalmente inútiles y que han costado más de 500 millones de euros.

Pero también lo es, que los que tenemos que creer en nuestras posibilidades somos nosotros mismos, tener la convicción que nuestra gestión es fundamental para construir el futuro de la provincia.

La gestión de los alcaldes y concejales hace que nuestros municipios crezcan y que nuestros ciudadanos tengan más oportunidades, hacen una gestión eficiente, y queremos compartirlo. Por eso este sábado vamos celebrar la Convención Provincial de Estabilidad y Buen Gobierno Local del PPCS.

Vamos a trasladar municipio a municipio el modelo de gestión del PPCS y a compartir las buenas prácticas de gobierno municipal, en ámbitos como el turismo, la gestión económica, el desarrollo rural o la eficiencia energética. Vamos a poner en común políticas innovadoras que los alcaldes están llevando a cabo en sus municipios y a poner en valor, paa dar visibilidad al trabajo incansable que realizan todos los días del año.

Tenremos los materiales necesarios y las manos, pero sobre todo, y como decía el autor de el Principito, tenemos “el anhelo del mar libre y ancho”, aun cuando al contemplarlo veamos el Castor.

 

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