La división que castiga a Almassora

Autor: Luis Martínez Fuentes, portavoz PP de Almassora

El 13 de junio del 2015 dos partidos, PSPV y Compromís, decidieron dividir a Almassora en dos. Dos alcaldesas, dos equipos de gobierno, dos estructuras de asesores. La fractura.

Esta división la sufrimos todos. Quizás ustedes, que no tienen acceso a comisiones informativas y juntas de portavoces, no se hacen una idea clara de cuál es el nivel de fractura que nos ha provocado pérdidas durante estos más de tres años.

Los enfrentamientos y las acusaciones cruzadas son habituales entre PSPV y Compromís. Y este despropósito que nosotros vivimos en directo se maquilla en plenos, donde las cámaras graban y toca tirar de postureo. Lamentablemente las sonrisas forzadas de unos y otros no alimentan a nuestros vecinos. Porque durante este año 2019 el desgobierno que pudre este pacto ha provocado la pérdida de más de 1,5 millones de euros en subvenciones. Hemos perdido ayudas para modernizar nuestros polígonos, para asfaltar caminos, para señalizar nuestras fortalezas turísticas, para modernizar infraestructuras juveniles...

Ese es el resultado de la fractura. El esfuerzo que durante nuestro gobierno se tradujo en más de 20 millones de euros directos se ha transformado en inversiones condicionadas. Europa traerá a Almassora 5 millones de euros a cambio de que usted y yo pongamos otros 5 millones de nuestro bolsillo. Porque quienes dividieron nuestro ayuntamiento son hoy incapaces de traer inversión directa. Ni siquiera la de su Consell. La incapacidad y debilidad de este ayuntamiento fracturado ha derivado en marginación. Galí ha sido incapaz de cumplir aquello que prometió porque ni siquiera la Generalitat le escucha.

La pantalla verde para la que Galí reclamaba en el 2015 que debían iniciarse las expropiaciones está olvidada. La alcaldesa del PSPV se fotografía ahora con las empresas del Serrallo y se convierte en su anfitriona. Nos alegramos de que después de demonizar al Serrallo ahora Galí se pegue codazos por salir en la foto con los empresarios. Bienvenida esa mutación política siempre que sea para traer inversión a nuestra playa. ¿Pero ha sido así?

Ni un euro para la pantalla verde, ni un euro para la apertura de caminos transversales en la playa. Adiós al derribo del edificio 167 en Almassora, el edificio que el pleno acordó derribar el 19 de octubre del 2015 con una moción del PP. La demolición que reclaman los vecinos a los que Galí les ha dado la espalda.

El Consell no ha invertido un solo euro en Almassora en estos tres años y medio de fractura. Nos ha dado una patada y ni siquiera ha sido capaz de ejecutar el colegio Regina Violant. Deseamos que el último anuncio de PSPV y Compromís permita que la obra que licitamos el 27 de marzo del 2015 se retome en el 2019.

Almassora merece transformar la parálisis en desarrollo. El bloqueo que sufrimos desde hace tres años, que arroja imágenes como la de un trinquete paralizado por la fractura de PSPV y Compromís, debe pasar a la historia. Sometidos a dos ayuntamientos que nos suben impuestos, nos hacen perder ayudas públicas y nos bloquean, nosotros apostamos por transformar nuestro pueblo con un proyecto que nos revolucione e ilusione. Almassora lo merece.

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