Hipocresía política

Autor: Rubén Ibáñez Bordonau. Diputado Corts Valencianes por el PP de Castellón

En las situaciones complicadas y difíciles es donde se puede constatar el talante y la verdadera capacidad de nuestros políticos. La izquierda, intentando llevar la bandera de los derechos, parece desconocer, o quizá mejor olvidar, que bajo los gobiernos socialistas en España, dos han sido, entre otros, los derechos que la izquierda ha mermado a los ciudadanos: derecho al trabajo y derecho a una vivienda digna. Esta es una realidad objetiva y demostrable, más de cinco millones de parados y cerca de un 1.600.000 hogares con todos tus habitantes en paro.

Con todo esto nos damos cuenta que la defensa de derechos de la izquierda se queda en un simple grito, por cuanto los hechos demuestran lo contrario. Si todo eso no fuera suficiente, el endeudamiento de nuestro Estado, producto de una desastrosa política socialista, superando los 700.000 millones de euros, con un desfase entre ingresos y gastos, solo en el último ejercicio 2011 de más de 90.000 millones de euros, y con la amarga circunstancia de lograr que nuestra seguridad social volviera, tras el felipismo, a tener un déficit cercano a los 995 millones de euros, nos deja un panorama social, económico y político complejo.

Frente a la huida hacia delante de los socialistas y el no pasa nada, el Partido Popular, en un ejercicio responsable, está adoptando una serie de medidas, que si bien política y mediáticamente no son del gusto de quien gobierna, son necesarias y responsables cuando lo que se pretende es gobernar en interés de un país. Resulta una hipocresía política criticar a quien adopta medidas, cuando esta situación no se hubiese dado de no ser por la incapacidad y desgobierno de unos socialistas más interesados en la publicidad y en seguir gobernando que en solucionar los verdaderos problemas de los ciudadanos. Es obvio que las medidas son duras y el esfuerzo es alto pero no es menos cierto que la situación que dejo el PSOE fue de autentico estado de alarma. Rasgarse hoy las vestiduras ante la adopción de medidas cuando durante varios años, los socialistas, se cruzaron de brazos viendo pasar las nubes es de una enorme hipocresía política.

 

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