El poder del sillón

Autor: Begoña Carrasco García, portavoz grupo Popular Ayuntamiento de Castellón.

Sillones. Los hay individuales, para dos o más plazas, orejeros, con chaise longue… incluso cama. Los hay de mil y una formas, colores y materiales, pero todos tienen en común la capacidad de seducir al que los usa: relajan, confortan, adormecen...

Tal vez esté aquí la explicación del porqué del (Des)Acord de Fadrell, la pelea de gallos que ha protagonizado en las últimas semanas el PSOE, Compromís y Podemos en el Ayuntamiento de Castellón. El estallido de la crisis de gobierno se ha producido con la excusa de las desavenencias a la hora de posicionarse respecto a la decisión de Amparo Marco de eliminar la Junta de Fiestas, que garantizaba la independencia en la organización de nuestras fiestas fundacionales. Y he dicho bien, excusa, porque parece ser que ya hay algunos que, donde dijeron digo, están diciendo Diego. ¿Cómo era aquello de… «por coherencia»? De las amenazas a los abrazos, de la bronca y las extorsiones a los cumplidos, del ruido al silencio total. Ni una explicación, ni un atisbo de transparencia.

Nos ha quedado claro que el tripartito está gobernando la ciudad en clave de partido, pero no en busca del interés general. Hay tres gobiernos en la ciudad que no se hablan entre sí, y que se miran constantemente de reojo. Y mientras, los castellonenses salen, como es lógico, perdiendo: no hay presupuestos y no los habrá como pronto hasta Pascua, bloqueando 180 millones de euros en inversiones y servicios. Los concursos de las viviendas sociales se quedan desiertos otra vez, siguen los desahucios, no van a bajar los impuestos y los acuerdos plenarios se quedan por cumplir, como en el caso de Fiestas. Todo por conservar el sillón. ¡Ay, el sillón!

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