El desempleo se dispara un 9,39%, por encima de la media nacional, se ceba en las mujeres y en el sector servicios y se desploman las afiliaciones a la Seguridad Social.

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La crisis del COVID-19 han provocado un desplome del mercado laboral sin precedentes en la provincia de Castellón. El paro del mes de abril ha crecido un 9,39% por encima de la media nacional que marca un repunte del 8% en la variación intermensual. En total en Castellón en el mes de abril, según los datos del SEPE (Servicio Público de Empleo) un total de 46.611 personas están en paro.

El paro, además, se ceba con las mujeres que representan el 57% (26.902) y por sectores, el sector servicios es el más damnificado con más del 68% de los parados. Además, el número de contratos ha caído un 70% en la comparativa de hace un año.

Los datos se afiliación a la Seguridad Social también evidencian un mal comportamiento puesto que el número de afiliados a la Seguridad Social se han desplomado en 8.609 castelloneses en abril y que son 12.531 si se suman los de marzo desde el comienzo del Estado de Alarma. Además, hay más de 35.000 castellonenses afectados por ERTES, según el Ministerio.

Unos datos que hoy ha valorado el diputado nacional del PP, Óscar Clavell, quien considera que "es el momento de poner en marcha políticas valientes, reformistas que permitan que la economía y el mercado laboral despierten" ya que "no se puede seguir de brazos cruzados, dando volantazos, sin planes concretos y sin escuchar a los expertos".

Clavell asegura que liquidez y reapertura son las soluciones para salvar los empleos. "Esto sólo es el principio de esta crisis. O se dota de liquidez a las empresas y se reabre la economía y se salva, así, el tejido productivo y, con ello, los empleos, o podemos adentrarnos casi en una depresión de consecuencias sociales extremadamente dramáticas, donde al menos la mitad de los afectados por ERTE podría perder para siempre su empleo".