El mundo al revés

Autor: Sergio Toledo Llorens, secretario local del PPCS y portavoz adjunto

Como han podido seguir en estas páginas con la puntual información de Chelo Pastor, las fiestas han perdido su autonomía por el decretazo del PSOE y la alcaldesa Marco con Pilar Escuder de ejecutora.

El “món de la festa” es, en buena medida, el reflejo de la sociedad castellonense: moderado, interesado en mejorar las fiestas sin esperar nada a cambio, de forma altruista y con diferentes puntos de vista, lo que lo convierte en rico por la variedad de opiniones pero que sabe cuándo debe unirse. Seguramente el unánime rechazo que ha despertado la decisión del PSOE no tiene precedentes.

Los entes festeros han demostrado que el mesinfotisme del que han sido acusados en ocasiones no existe, la mayoría de entes vinculados, la Federació de Colles, la Gestora de Gaiates, la Junta de Festes, los anteriores presidentes de la Junta de Festes (de todos los colores), han dado una lección de dignidad al PSOE, defendiendo los estatutos, la democracia y la autonomía de las fiestas sin miedo a posibles represalias.

Pero no sólo ellos, toda la oposición en conjunto, Partido Popular, Ciudadanos, Vox y sus socios de gobierno de Compromís nos hemos mostrado contrarios al decretazo.

Sin embargo, a pesar de que a nivel social no hay debate y es unánime la crítica a la imposición y sobretodo a las formas, Begoña Carrasco preguntó a Amparo Marco, en el pleno del ayuntamiento del pasado jueves, si no creía que si todos criticaban esta decisión es porque el PSOE estaba equivocado eliminando la autonomía de las fiestas, a lo que la alcaldesa Marco contestó que igual los que estamos equivocados somos todos los demás, el mundo al revés.

Y es que esa contestación con tintes de prepotencia define lo que están siendo los primeros meses de legislatura, donde las decisiones se están tomando sin buscar el mínimo consenso por parte del PSOE, crecidos por unos resultados que fueron más fruto de la ola nacional que de su gestión.

No han sido capaces de cubrir las plazas de la comisión en plazo, a pesar de meter entre los miembros de la comisión a la mitad de la candidatura perdedora hace un año y que tiene claros vínculos familiares o de amistad con la concejal de fiestas. En una politización sin precedentes del estamento festero.

Nos esperan tiempos difíciles donde elegir entre lo fácil o lo correcto será fundamental para defender la libertad y la autonomía de nuestras fiestas y tradiciones y para nuestro futuro como ciudad.

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