Dura crisis económica

Autor: Rubén Ibáñez Bordonau, diputado PP Corts Valencianes

La situación actual es muy difícil, nadie dijo que fuera fácil, pero ciertamente es mucho más complicado de lo que las cifras apuntaban. Déficit, deuda, paro, sin duda un cóctel difícil de digerir de un solo sorbo, pero que además de templanza para abordar el momento necesita de urgencia acción, y de la buena.

La difícil situación del déficit hace que la credibilidad de nuestro pais esté más que en duda, y ese parece ser el primer objetivo con las nuevas medidas que el presidente Rajoy ha tomado. La situación es grave y las medidas deben ser duras, aunque políticamente sean poco graciables, pero este país está para ser recuperado, reanimado, no para que simplemente le intenten hacer un lavado de cara, porque eso, desgraciadamente, ya lo hemos vivido en los últimos años de Zapatero, y así nos ha ido. Controlando el déficit y la deuda pública se puede iniciar un marco para asentar las bases del crecimiento del empleo, porque sin credibilidad en un pais, ¿quién va a invertir?, ¿quién va a contratar?

Se abre a hora un periodo de duros ajuste, de reorganización de las administraciones y que desgraciadamente el ciudadano va a volver a sentir en primera persona, pero parece que solo así, con sacrificio y llamando a la crisis por su nombre, podemos intentar salir en las mejores condiciones.

Estoy completamente seguro que al presidente Rajoy no le hubiera gustado tomar este tipo de decisiones, al igual que al presidente Alberto Fabra, pero solo desde la realidad se pueden edificar los cimientos del futuro. A la crisis, medida de crisis, ante las dificultades, ajustes. Todos somos conscientes de la realidad que vivimos día a día y el presidente Rajoy al igual que Fabra son ciudadanos de a pie, que viven en primera persona las inquietudes y sin sabores de los ciudadanos, y saben que aunque hoy las medidas son drásticas y difíciles de asimilar, son las que necesita el mañana para afrontar los nuevos retos. Es por tanto, momento de confiar en quienes como ciudadanos piensas en lo mejor para el resto de sus convecinos. Es momento de sacrificios pero también de confianza en que es posible que pasemos pagina a esta dramática situación.

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