Ahorran en lo que no tiene precio

Autor: Mario García Bascones, concejal y presidente del PP de Nules

Qué precio le pondrían ustedes a una vida? Párense a pensarlo un momento. Imaginen que son los responsables de gestionar un Ayuntamiento y tienen en sus manos decisiones importantes como, por poner un ejemplo, contratar a quienes deben velar por la seguridad de las ciudadanos. Si les encargaran contratar la vigilancia de las playas durante el verano, ¿qué primarían?, ¿el dinero o la profesionalidad?, ¿el cambio por el cambio o la experiencia?

Yo lo tengo claro y estoy seguro de que la mayoría de quienes leen estas líneas, también. Porque todos --o al menos eso me gustaría pensar-- no tenemos dudas cuando de la vida de las personas se trata. Eso no tiene precio.

No deben de pensar así quienes no escatiman en fiestas y boatos varios, banquetes para amiguetes y caprichos diversos a costa del dinero público, pero a la hora de adjudicar el servicio de vigilancia y salvamento en las playas, se quedan con la oferta más barata, sin pararse a pensar que las bajas temerarias en los procesos de licitación públicos, nunca son de fiar, porque esconden mucho más de lo que ofrecen.

Estos días los vecinos son testigos muy preocupados de lo que digo. Porque no se trata de una crítica política, hablo de un malestar generalizado por una decisión del cuatripartito que gobierna en Nules, que se ha repetido en otros municipios vecinos con las mismas o muy parecidas consecuencias.

Socorristas sin barcas. Parecería un chiste si no fuera porque no tiene ninguna gracia. Gente que debe salvar a gente de morir ahogada no tiene los medios necesarios para garantizar este servicio, porque un ayuntamiento ha decidido ahorrar donde lo más barato no es sinónimo, ni de lejos, de lo mejor. Y con desfachatez dicen que si no se cumple el contrato, sancionarán.

Trabajen antes, cuando corresponde. ¿O pretenden hacerlo tras las lamentaciones? Esto es lo que pasa cuando los que gobiernan piensan más en sí mismos y sus amigos que en los ciudadanos. No voy a cuestionar la profesionalidad de los socorristas, que bastante tienen con las deficiencias que asumen, critico la irresponsabilidad de nuestros gobernantes, que es mucha.

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