Silencio y rodillo

Autor: Begoña Carrasco García, portavoz grupo Poipular Ayuntamiento de Castellón.

Nos pasamos de frenada». Y ya está. Así justifica el gobierno del Ayuntamiento de Castellón que vaya a cargarse de un plumazo el Código de Buen Gobierno que costó un año entero redactar. Ese es el nuevo estilo de los que nos gobiernan.

Los de la transparencia, participación, ejemplaridad… firmaron 247 puntos en el Acord de Fadrell. Solo han cumplido dos en siete meses: uno que ni escribieron, la subida de sus sueldos un 52%; y la sustitución del Código de Buen Gobierno vigente por el de la Federación Española de Municipios y Provincias. Podía ser este código o cualquier otro. Les daba igual, como admite el portavoz de Podemos. Lo importante es blindarse cuanto antes para no ver peligrar su status de concejal. ¿Pero ellos no eran los de la ética?

El Código de Buen Gobierno se aprobó en 2015 con el apoyo de los 27 concejales. Es decir, de todos los partidos. Se satisfacía así lo que pedía PSOE y EU, que se empeñaron en endurecerlo. Hoy sabemos que lo retorcieron solo para atacar al PP, que gobernaba entonces.

Lo que antes era bueno, ahora no. El jueves, Amparo Marco, una de las instigadoras de que se endureciera el Código, pondrá en marcha la apisonadora y lo derogará. Sin buscar consensos, sin pactos ni debates… Cuando le afecta a ella, a eliminarlo, que para eso se sobra y se basta.

Será legal, pero ni es ético ni estético. ¿A qué viene tanta prisa? ¿Por qué ahora y sin negociación? ¿Qué asunto tienen sobre la mesa que temen verse abrasados con este Código? Silencio y rodillo. Como en las fiestas, el Plan General... andan muy sobrados. No se dan cuenta de que lo que sobra últimamente son gobernantes que no escuchan.

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