Puig y Oltra nos quitan la sangre

Autor: Luís Martínez Fuentes, Portavoz del PP de Almassora

PSPV y Compromís han echado el cierre al almacén de sangre de Castellón. El veterano centro, dotado de profesionales, y con una capacidad de respuesta inmediata que ha permitido salvar vidas, es desde ayer lunes historia gracias a las políticas sociales de la izquierda que gobierna el Consell.

En su cruzada contra los vecinos de nuestra provincia, Ximo Puig y su mano derecha, Mónica Oltra, no han tenido complejos en cerrar un servicio sanitario vital, que pone en riesgo, como los propios profesionales médicos han advertido, la vida de las personas.

¿Este es el pretendido rescate ciudadano? ¿Esta es la política que venía a salvar a las personas? En realidad nos enfrentamos a la crudeza de una estrategia que liderada por la izquierda, la de PSPV y Compromís, basa su acción en el desmantelamiento y la destrucción los sistemas públicos que fundamentan nuestro estado derecho.

Lo hemos visto en el ámbito educativo. Ataque a la libertad de las familias para elegir el centro educativo en el que desean escolarizar a sus hijos. Implantación de un sistema de escolarización que abandona en los centros el peso de la burocracia. Y plan recaudatorio para hacer caja de los bolsillos de las familias que menos recursos tienen. Eso es Xarxa Llibres. Porque los 200 euros que debían ayudar a la compra de libros de texto, en realidad están sirviendo a los ayuntamientos para recaudar de quienes no pueden, aunque quieran, hacer frente a sus obligaciones tributarias. Almassora, con PSPV y Compromís al frente, ya han iniciado su campaña de compensaciones.

Ahora es el turno de la sanidad. A los enchufes en la designación de cargos, que ya han provocado ceses y dimisiones, se ha sumado un intento de desmantelamiento de la Central de Emergencias (CICU). Un servicio veterano que ha salvado vidas desde su puesta en marcha en 1998 y que Puig y Oltra pretendían centralizar en Valencia.

Reculada y marcha atrás para dar un paso al frente y cerrar el banco de sangre de nuestra provincia. Si no consiguieron cerrar el CICU, han acabado con el almacén que daba vida en nuestra provincia. Todo por ahorrarse 50.000 euros.

Sin mirar los costes, como sí hace la izquierda. Porque el mismo presidente del Consell, Ximo Puig, que se ahorra 50.000 euros con el cierre del banco de sangre, es al que no le tiembla el pulso ni tiene reparo alguno en conceder una subvención de 140.000 euros a la empresa de la que es socio, Carns de Morella.

Es la nueva política. La que puso por bandera a las personas para ahora negarles la sangre. Paradojas de la vida.

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