Playa, sol, montañas y algo más...

Autor: Maria Nieves Martínez Tarazona, Vicesecretaría de Política Autonómica PP Castellón

Cuando la calor de la semana de la luna llena de agosto nos aletarga, y cual torre de Babel lenguas de todos los lares pueden ser oídas por las tierras de nuestra Comunidad, damos una oportunidad a la esperanza.

Prueba de ello son noticias como las que leíamos recientemente, en ellas podíamos evidenciar que el paro ya baja en 453 de los 545 municipios de la Comunitat.

Aunque muchos quisieran atribuir estos datos a la época estival y lo que esto supone tradicionalmente para nuestra tierra, hay que analizar los datos más allá de lo que el sesgo de lo fácil puede dar a entender.

Desde marzo el paro ha descendido en la Comunidad Valenciana en más de 36.300 personas, y en los últimos 12 meses 44.485. La evolución del mercado laboral en la Comunitat nos ofrece en análisis, que han sido las grandes capitales de provincia donde se han producido los principales niveles de descenso del paro, con la capital Valencia al frente, mientras que zonas puramente turísticas han seguido una tendencia típica para estas épocas.

Esta tendencia junto a medidas tomadas desde la Diputación y la Generalitat por el empleo tienen que dar poco a poco, pero sin pausa, respuesta a todas esas personas que durante un tiempo parecían no tenerla y evidenciaban la luz al final del túnel, y que poco a poco van viendo como el cambio del panorama tiene lugar.

No sólo de playa está formada nuestra Comunidad y ante ello los planes de empleo de interior que se están impulsando desde las Administraciones. El principal ingrediente para el estado de bienestar es la existencia de empleo, y además se sabe que el empleo es vida en nuestros pueblos y con ello el mantenimiento de la riqueza de nuestro territorio.

A todo ello hay que añadir la formación para un empleo de calidad, y a ello se suman oportunidades de formación como la remodelada FP dual que desde la Conselleria de Educación se oferta para el próximo curso con inserción de prácticas en el mundo de la empresa, para fomentar la salida de nuestros jóvenes hacia otros sectores que no sean puramente el de la construcción y todo el halo que lo envuelve, o la formación superior sin un fin determinado o incierto. El paro juvenil ha bajado un 11,36% en el último año y la tendencia ha sufrido un viraje que tiene que dar respuesta a una generación ansiosa por realizarse.

Pero hay un dato que nos avala este viraje, hay 49.485 afiliados más que hace un año en la seguridad social, y esto es el reflejo de que, pese a quien pese, algo más está cambiando.

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