Facilitar o prohibir, la gran diferencia

Autor: Mario García Bascones, concejal y presidente del PP de Nules

El Govern del Botànic llegó con sus sonrisas y buenrollismo a salvarnos a todos. ¿Lo recuerdan? Desde la oposición anunciaban algo parecido a lo que se les prometió a los judíos cuando salieron de Egipto guiados por Moisés: la tierra prometida. Así de mesiánico era su cometido, atendiendo a lo que pregonaban.

Pero no hay nada como tener la ocasión de gobernar para que las promesas se dispersen y caigan las máscaras de quienes no venían a salvar a nadie, sino a imponer su propia concepción de la sociedad valenciana, de espaldas a la sociedad valenciana, por supuesto.

El gobierno de Puig y Oltra pasará a la historia de nuestra Comunitat por sus constantes prohibiciones. Lo he dicho muchas veces y no me cansaré de repetirlo: cuando algo no es de su agrado, prohibición al canto. Les dan igual los conflictos que generen, el malestar que provoquen, porque están convencidos de que los valencianos estamos mal diseñados y hay que resetearnos.

Empezaron con nuestras tradiciones, continuan con la nueva televisión autonómica, que dicen que será independiente porque independencia es que se cuenten las cosas a su modo, y tampoco dudan atacar al deporte, todo es susceptible de ser prohibido en sus manos.

Mientras la Diputación Provincial de Castellón ha sido facilitadora de uno de los eventos más importantes de cuantos hemos acogido en mucho tiempo, el Mundial de Trails, que ha destacado por su excelente organización y por los buenos resultados obtenidos por nuestros deportistas, el Consell Botánico formula leyes que dificultan la organización de estas competiciones.

Para qué negociar, buscar el término medio, hacer compatible las usos... La gente es razonable si te sientas a hablar. Pero, ¿para qué hablar con quienes no nos gustan si podemos prohibir? Prohibir y de paso imponer. Nos prohiben y nos imponen cómo debemos ser, qué nos debe gustar, cómo debemos hablar, qué aficiones debemos tener, qué tradiciones nos deben mover, qué identidad nos debe representar.

Insisto. A los del Botànic los valencianos no les gustamos tal y como somos y no cejaran en su empeño hasta que nos prohiban ser nosotros mismos.

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