Los retrasos en el pago de los servicios fueron ayer objeto de debate en el seno del pleno ordinario celebrado en el Ayuntamiento de l'Alcora.

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El Ayuntamiento de l'Alcora ha cerrado el primer trimestre de 2016 con un periodo medio de pago de facturas que se sitúa en 44,15 días. Un plazo que retrasa el registrado por la anterior corporación, correspondiente al primer trimestre de 2015, cuando el consistorio abonaba la factura en un periodo medio de 32,08 días.

Los retrasos en el pago de los servicios fueron ayer objeto de debate en el seno del pleno ordinario celebrado en el Ayuntamiento de l'Alcora. Desde el grupo municipal del Partido Popular, Patricia Gil afeó a la coalición de gobierno que lidera Víctor García (Compromís) las quejas que se habían registrado en el Ayuntamiento de l'Alcora por parte de proveedores que todavía no habían cobrado.

En la práctica, “este resultado demuestra que l'Alcora paga sus facturas 14 días después de emplear los 30 días que facilita el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas al ayuntamiento para tramitar la factura”. “Es decir, en la práctica se están empleando 44 días para poder saldar los servicios”.

Un plazo que “es la media”, puesto que tal y como ejemplificó Gil, esta circunstancia se ha incumplido en el caso de un proveedor que, tras presentar la factura el pasado diciembre todavía no ha cobrado. “Sabemos que se ha puesto en contacto con el concejal de Hacienda y se ha entrevistado con la Intervención municipal. Sin embargo, sigue sin serle abonada la factura que va camino de cumplir ya los 5 meses”.

Las críticas del Partido Popular vienen sostenidas por los informes de la Intervención municipal que constata que los periodos medios de pago que de forma periódica se remiten al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, “es claro el incremento del plazo que emplea el consistorio en abonar la factura”.

En este sentido, “consideramos que pagar a quien presta un servicio debe ser objetivo prioritario”, por lo que “entendemos que si el tripartito contrata servicios, prestaciones o el suministro de determinado material, debe tener garantizado el pronto pago”. “Lo que no pueden ni deben hacer es gastar y luego, si pueden, pagar”. De hecho, ha explicado Gil, “durante nuestra etapa de gobierno fue premisa básica abonar con agilidad y diligencia los pagos a los proveedores”. “Hacerlo porque la falta de diligencia en el pago de la Administración local no tienen por qué soportarla terceros cuando estos prestan en tiempo y forma sus servicios”, ha considerado la regidora.