Cuando se cuestiona al sistema...

Autor: Maria Nieves Martínez Tarazona, Vicesecretaría de Política Autonómica PP Castellón

El sistema de democracia parlamentaria que ampara nuestro territorio, como bien se dijo en malgún momento, no es que sea el mejor, sino, el menos malo de todos los sistemas.

El hecho de que nos ampare una constitución y una justicia, que aunque lenta, existe, es la razón por la que muchos de los casos que a día de hoy hacen que la ciudadanía se revele hacia el sistema político, también sean una realidad. Todos estos casos en  un sistema de derecho que no fuera el que ampara nuestra Constitución, no tendrían sentido de existir.

Eso sí, la clase social y política que un día tuvo capacidad de consenso y trabajo conjunto por una forma de convivencia, fuera de regímenes, no muy lejanos, debe mostrar más que nunca su casta. No casta entendida casi como sinónimo de caspa, como a muchos les ha tenido a bien utilizar, sino como conocedores de cómo funciona la realidad política nacional e internacional y qué papel desempeña nuestro país en ese panorama.

Aquellos que en un momento dado dedicamos nuestro tiempo a la política en primera persona como bien decía un conocido recientemente, somos los más estupefactos ante cualquier caso de corrupción que,  más lejano o más cercano, afecte a personas que han militado en nuestras mismas siglas. Somos los primeros salpicados por una marea de descalificación y desencanto que envuelve  a nuestra sociedad. Y sin embargo, a la vez somos los que, en primera instancia, tenemos más fuerza que nunca para poder decir alto y claro, que no se puede generalizar.

El contexto económico y social de desempleo, junto con comportamientos no adecuados que han salpicado la panorámica social, han provocado una desafección social  hacia lo político.

Pero como ciudadanos de una democracia parlamentaria, debemos recordar que sólo en lo político reside la soberanía del pueblo. Soberanía del pueblo representada en las Cortes Generales, esas que aparecen en la Constitución como representación del pueblo español y que con la boca pequeña ya muchos quieren que sea la primera instancia a destruir,  y además discursean diciendo “que no os presionen con el miedo de lo que puede venir…” Sólo cuando expongan claramente no sólo lo que no quieren, sino lo que quieren y cómo lo quieren, podremos estar tranquilos. Mientras tanto el sistema, aunque lento, funciona. Y lo que habrá que advertir a las fuerzas de este país es avidez de reflejos para conservar nuestro sistema de convivencia, y si han de adaptarlo a la nueva era, que se haga  como se hizo en la transición: con consenso por el bien común. Al del 23F se le vio venir. A los últimos profetas también. No esperemos que un “pajarito” se nos aparezca por tierras españolas,  las telenovelas, para la tele.

Los herederos de la transición a recapacitar y trabajar por el consenso y no por un puñado votos. Nuestros hijos nos lo agraderán.

 

Opiniones deja tu opinionDeja tu Opinión
No existen opiniones para este elemento.

Arriba OpiniónOpinión Enviar a un amigoEnviar a un amigo Volver AtrásVolver Atrás