Castellón es una molestia

Autor: Miguel Barrachina Ros, Secretario provincial del PP de Castellón

Nuestra provincia se ha visto convertida en una insoportable moletia por no doblegarse a los dictados de la minoría, socialista y naciobalista, que nos gobierna desde Valencia. Así ven a Castellón desde el palau de la Generalitat aquellos que quieren hacer del Madrid ens roba un discurso en el que esconder sus incapacidades.

Cada día que pasa y tras cada decisión del Consell de PSPV y Compromís se acreditan los paralelísmos entre los gobiernos secesionarios catalanes y el valenciano en su afán por borrar de nuetsra comunidad todo aquello que evoque a España y a vínculos entre diferentes autonomías. El bipartito ha engrasado su maquinaria para fabricar barreras regionales.

Por eso, no hemos escuchado a Puig ni a Oltra reconocer que el Gobierbno de Rajoy, atendiendo a los valencianos, ha inyectado más de 1.800 millones de euros adicionales a las arcas autonómicas este año.

En su lugar, solo espetan críticas desaforadas contra todo lo que llega de Madrid, bien sea la financiación autonómica socialista o cualquier cosa que contenga elementos de vinculación entre españoles.

Al nuevo poder valenciano le gustaría un Castellón desnaturalizado; que renunciase a sus tradiciones, que negase su origen cristiano, que solo hablase una lengua, que condenara los toros, que mirase a nuestros vecinos aragoneses con desdén... quieren de nuestra provincia algo que no es, por eso somos un gran inconveniente.

Les molesta tanto la Diputación que preside Javier Moliner, como lejos les queda un aeropuerto que ya no pueden cerrar o les quiebra el discurso que el actual Gobierno de España haya puesto el 100% del presupuesto para traer el AVE.

A Castellón le queda tan lejos la señora Oltra cuando dice que el Aeropuerto de Castellón debería ser el de manises, como Puig cuando presupuesta una "selección nacional valenciana" de fútbol pero se olvida del acelerador lineal contra el cáncer en el Hospital Provincial.

Nuetsra provincia no entiende que su conseller de Educación aliente plataformas contrarias al castellano en las aulas o que afirme en Cataluña que "sin Valencia no hay independencia". Por eso Castellón es un creciente problema para quienes nos quieren teledirigir desde Cap i Casal. Quienes quisieron cremar gaiates nos ofenden hoy con la doble capitalidad Alicante-Valencia para nuestra Comunitat y hacen gigantescos esfuerzos para no usar la palabra "provincia" y en su lugar hablar de les Comarques del Nord. ¿Del norte de qué? Obviamente del Palau de la Generalitat.

Con esa visión centrista que se nos quiere imponer es normal que seamos molestia... y más que lo vamos a ser.

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