Carrasco: “Marco presume de compromiso social, sin embargo ha sido incapaz de evitar el cierre de una instalación que durante más de cuatro décadas ha dado servicio a familias con escasos o ningún recurso económico"

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El Grupo Municipal Popular pone de manifiesto el engaño de la alcaldesa, Amparo Marco, quien reiteró en el pleno del mes de julio que la Escuela Infantil San Vicente Ferrer no se cerraría en el curso 2018-2019, pese a las dificultades económicas que estaba atravesando.

Las palabras textuales de Marco fueron: “La Generalitat y el Ayuntamiento se pusieron a disposición de que no se cerrara y les he dicho esta mañana, no se cierra la escoleta Sant Vicent Ferrer para el curso 2018-2019, que es lo importante, no se cierra”.

Para la portavoz popular, Begoña Carrasco, el cierre de la Escuela, que definitivamente se ha hecho público viene a confirmar el engaño de la alcaldesa Amparo Marco a las 40 familias castellonenses y a las 7 trabajadoras, que no volverán al centro.

Carrasco asegura que “la palabra de la alcaldesa no vale nada después de confirmarse lo que ya se sabía desde el mes de julio. Pese a reclamarle una actuación a tiempo para evitar el cierre, Marco insistió antes de irnos de vacaciones en que la Escuela Infantil no se cerraría en el curso 2018-2019, sin embargo,  la realidad ha confirmado los peores presagios”.

La edil afea al gobierno de PSOE y Compromís que presuma de compromiso social mientras permite que se deje sin servicio una instalación que durante más de 40 años ha ayudado a las familias castellonenses con escasos o ningún recurso económico, para que sus hijos -desde los seis meses hasta los tres años- tuvieran acceso a una educación integral.  

La portavoz popular recuerda: “En cuanto fuimos conocedores de la problemática, motivada por la falta de financiación, en el Grupo Municipal Popular nos interesamos por tratar de frenar el cierre. Propusimos al gobierno de PSOE y Compromís en el Ayuntamiento destinar una parte del los 300.000 euros del Plan 135 a la Escuela Infantil para evitar que cerrara definitivamente. Una inversión del Ayuntamiento en acción social que perfectamente pudieron estudiar y no lo hicieron”.

Unas cuarenta familias deberán ahora reubicar a sus hijos en otros centros, quedando en el aire el futuro de las siete trabajadoras que han perdido su empleo.

“A pesar de todos los anuncios y todas las promesas, el Ayuntamiento no ha sido capaz de impedir su cierre definitivo, como tampoco es capaz de resolver tantos y tantos problemas que genera su propia mala gestión”, concluye Begoña Carrasco.